Desde que me besaste
uno de mis paisajes interiores
es una hilera de cañas de pescar
que tiran hacia atrás su anzuelo
recordando sin azar vuelan tajantes
dejando escalar con paciencia
a los peces que ahora bailan claqué
de mi estómago hacia el cielo.
Celebran que sus colores y zapatos,
sus escamas con burbujas coquetas,
ya sabían que tenían la razón abierta
desde hace muchos meses y pasos.
por fin sus suelas rugen
tip tap tip tap tap glú
glu tip tap glu tap tap
tap tap glu tip tip plaf*.
(*Y todo el ruido
que le quepa dentro
a un pez bailarín
que va nadando a voces por ahí)
3 comments:
vine y me fui cuatro veces sin poder decir nada.
ahora tampoco.
es que me hiperventilo de suspiros...
ina
más fotos, más fotos... que las ando necesitando..
como una isla con comida china.
Poeta y poeta dos, tu poema y el primer comentario me encantaron.
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