¿Cómo esconder un cristal grande, frágil y valioso, indefinidamente y debajo de la ropa?. Pero peor aún, ¿cómo esconder el cristal dentro de mi piel cuando no exista la ropa? ¿Como mantenerlo tan grande, dentro de mí, sin que se rompa? Me lo he metido por la boca y ahora no me queda más remedio que tragármelo, sin arcadas, aunque me parezca repugnante tener que esconder mi cristal y mi propio cuerpo, ante la injusticia, lo expulse hacia donde estaba.
Estoy aprendiendo cosas. He aprendido que aunque todo es uno mismo, en uno mismo existe lo que no hay en el todo. Somos iguales y a la vez únicos e irrepetibles. Y hay que protegerlo. Por dentro. Para que no pierda su valor. El valor de ser especial. El valor de ser visto por los ojos de quienes quieran verlo. Solo de vez en cuando. El valor de brillar con todo su ser sin molestar a nadie. El valor de tener valor para quien es regalado.
Duele tragar el cristal en estas circunstancias. Pensaba que lo valoraban igual que yo. No siempre tenemos razón.
A guardar.
4 comments:
primera vez que entiendo el post!!...muy weno en serio
dime donde te puedo mandar una foto de mi ombligo, para contribuir. Sólo si quieres, claro.
hola bea que de tiempo
he visto x ahi como estas ahora fisicamente,has dado un cambio,te ves cada vez mas guapa
Que ha sido de ti
ya hablamos
un besazo
Guau, me encantó...
A veces hay q tragarse tantas cosas...¿no?.
Un besito...y no guardes siempre, vuelve a sacarlo de vez en cuando ;)
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