Wednesday, January 30, 2008

La pobrecita habladora

Hoy estoy un poco triste. No habrá literatura ni palabras bonitas. Solo una pantalla y mis ganas. Una pobrecita habladora más.

Me duelen tanto las etiquetas erróneas inducidas por la intolerancia abanderada por los impulsos pueriles, que dentro de mí estalla un bote de aguarrás de 5 litros (de cristal de ese que se rompe rápido) para intentar despegarlas. Inútilmente, claro. Y escuece mucho el aguarrás y más por dentro que se estamos en carne viva.

Esque me duele tanto. También me duele que a veces sea necesario escribir estas cosas en algún sitio como un blog para que alguien - que acaban siendo todos ahí fuera- no te ataque, te entienda y te diga "oh, sí" en un comentario y que luego en la realidad todo cambie. A la mierda la empatía que podría mover el mundo. Que todos y cada uno de nosotros tengamos el corazón cerrado de cara a los demás para comprenderles con la misma complicidad que se comprende, por ejemplo, la obra de alguien famoso (y, manda leches, que suelen estar muertos y en su vida, la misma que luego todo el mundo comprende ahora, han pasado de ellos y sus razones muy olímpicamente).

El otro día, en la obra de Frida, cuando está apunto de morirse dice algo así como que manda carallo que seguro que despues de muerta la plantarán un museo -ajá- y todo el mundo la alabará -ajá- , cuando resulta que ha estado toda su puta vida sola -ajá- y muerta del asco -ajá- hablando con sus lienzos y soñando con los pinceles. Me dieron ganas de irme con ella al escenario y darla un abrazo de complicidad.

Es muy duro vivir con el corazón cerrado. Espero que tantas hostias no me lo cierren de mayor. Pero es que ahí duelen tanto...

Friday, January 25, 2008

Seca de gotelé

Hace semanas que no encuentro mis letras para escribir cosas decentes. No sé dónde las habré dejado, aunque teniendo en cuenta que jamás supe de dónde salían tampoco es tan grave el despiste. Pero el caso es que las echo de menos, necesito volver a escribir y a contarme mi propio mundo para que exista porque si no los árboles se estan volviendo igual de normales y monótonos que el metro y las nubes ya no dibujan nada que mirar en el techo de clase, tan solo están los alógenos y las goteras de los aires acondicionados.

El caso esque el mundo está insaborío y mi capacidad para salpimentarlo es nula. No sé si meter en un tarro una especie de cóctel molotov hecho de pintura de colores y plumas de escribir y empezar a disparar contra las cosas. Puede incluso que hasta me detengan y una vez en el trullo tenga tanto tiempo entre cuatro paredes peladas y mondadas que a mis letras no les quede otra que echar a correr entre los pasillos y escaparse de ahí para abalanzarse compulsivamente contra algún papel, alguna nota, o algun blog de color blanco con las letras amarillas y grises. Como pasaba antes, vamos.

¿Y si se han perdido para siempre? O lo que es peor, han encontrado un rincón dentro de mí donde están demasiado agusto como para salir... y yo aquí delante de las letras del teclado mordiéndome las yemas de los dedos a ver si a base de apretarlos disparan mis huellas dactilares algo de su esencia...

Ni siquiera sé como acabar esto. Nada, le doy vueltas y ni una puñetera frase para cerrar lo que acabo de escribir. Lo único que se me viene a la cabeza es la imagen de mis manos hace un rato con un cuter raspando el gotelé para quitar el chicle ese amarillo de pegar pósters, y mientras el polvillo del gotelé callendo al suelo o justo en el centímetro horizontal del rodapiés...

Saturday, January 19, 2008

Las dos Fridas

"Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños.
Pinté mi propia realidad".


Frida Kahlo y yo poco teníamos que ver hace unos días. Había oído hablar de ella, no sé si ella de mí tambien. Y entonces la ví... no recuerdo dónde, pero estaba junto a ella misma sobre un escenario. Pasados dos días, la vovlí a ver en un estudio de radio, de esos a los que solo vas de excursión cuando es un día especial. Pero aunque eran las mismas Fridas que ví en norecuerdodónde, ya no eran Frida, eran sólo dos actrices que no recordaban nuestro encuentro.

Un poco mosqueada por tanto encuentro casual y continuo con ella, pensando en si otra vez nosequé me estaba volviendo a enviar esas señales que no intuyo desde hace tiempo, al salir de aquel edificio donde me encontré a las actrices, casi por inercia me vi en la 3ª planta de fnac en la seccion de libros de arte, donde, casualmente, había un tomo gigante, centrado, delante de mis narices, sobre Frida Kahlo.

Y nos volvimos a ver, esta vez de ojos a ojos, muy de cerca. Y me dijo que quería decirme una frase que me ayudaría. Me contó que la gente pensaba que sus pinturas eran surrealistas, y que lo decían como si la entendiesen, como si ella fuera un genio, pero que en realidad no era surrealismo, era su vida, la real, pero jamás la tomaban en serio, no entendían su mundo real.

Le dí las gracias, porque a veces necesito oir a gente como ella, tan real como la de aquel cuadro y que diga verdades como puños. Aunque no nos crean ni nos entiendan y tengamos que camuflarnos a lo largo de la historia en expresiones, en películas y libros de aparente ingenio y originalidad. Aunque esté mejor dejarse de fríos halagos creativos y empezar a comprender.

Ojalá supieramos hablar el lenguaje de las personas "reales".

Tuesday, January 15, 2008

Gestalt, el Insomnio, tú y el paralilepipédo blandito

Madrugada del 7 de enero, a 10 horas de recogerte del Aeropuerto.
Qué ganas de verte, Hueco de mi Espacio. Ando esperando por las noches, charlando con mi compañero el Insomnio. Por las noches largas nos gusta andar hablando de tí ¿sabes?. Pero no te vayas tú a pensar que eres el centro de mi mundo, nonono, tu sitio está en la mitad, que no es lo mismo. Pues eso, como te iba comentando ando aquí con Insomnio recordando viejas historias de geometría humana. Círculos, triángulos, ya sabes. Dice el Insomnio que debería de centrarme ya un poco en dormirme, pero cuando pienso en la suerte que tengo de recoger rectángulos (maletas) junto a tí en el aeropuerto un par de veces al año que te me escapas, después de tanto delirio insomne de acumulación de ganas, se me pone la sonrisa semiesférica y es por todos sabido que cuando se tiene una sonrisa semiesférica es muy difícil conciliar el sueño plano (es girarte un poco y ya te chocas contra la almohada rectangular). Después del aeropuerto, con el gran rectángulo con cilindros (maleta con ruedas) llegamos al cuadrado de tu bloque, de pasillo rectangular, como los peldaños que llevan a tu puerta, que son tan originales como tú (a veces se suben de uno en uno y luego de dos en dos, dependiendo del día). Luego entramos en el cuadrado de tu casa. Nos metemos en el cuadrado de tu habitación que por cierto es un poco rombo (unos tres). Cuadramos la escena con el rectángulo central donde siempre acabamos. Qué gracia, al final resulta que todos los círculos y triángulos estaban ahí escondidos, en la cama. Y cuantos más buscas más encuentras, parecen no acabarse los pequeños círculos (poros) de tu piel. Incluso entre ellos puedo jugar a hacer constelaciones con formas de triángulo. Sí, en ese gran paralilepípedo blandito de tu habitación cuadramos cualquier escena.



Y el delirio de madrugada junto mi colega Insomnio aun me sigue sabiendo a tí porque aunque no me puedo dormir, el sueño hace mella y se me esta empezando a ir la cabeza por otros derroteros y a poner en marcha conexiones neuronales espontáneas, subconscientales si es que esa palabra existe, y, tachán, magia, ya sé que pinta el capítulo "el sex(t)o cuadrante" en el libro de la Inmortalidad de Kundera, ese que siempre he dicho que sobraba en el libro, que desentona, que era un pegote (ó esfera).


A todo esto, ya que me he perdido del todo y a estas horas nada importa el sentido de la coherencia... me pregunto... si Gestalt también tenía una novia de Ibiza...