Wednesday, November 09, 2016

Lucidez para el día en el que otro monstruo ganó las elecciones

- Elmer Bischoff, Dos figuras a la orilla del mar, 1957 -


Me di cuenta oxigenadamente,
-de manera sencilla como respirar
y no sin un dulce y ligero mareo
de hiperventilada luz blanca-,
de que los microsubátomos 
de las sociedades elásticas
son el amor o el odio cíclico
de simplemente las personas.

Unos o ceros.
Sí o no.
Pasa o no pasa.
Código abierto o cerrado.
Contagioso o restrictivo.
Común o separatista.
Reconocimiento o rechazo.
Amar u odiar ante el espejo.


Tomarse el pulso de la vida
es tomarse en serio las pulsiones.


Que la lucidez superviviente
nos rodee de unos,
de síes, de pasares adentro,
de abierto, de contagioso,
de amor, de reconocimiento 
en los otros comunes.

Porque para reconocerse
uno antes tiene que ser.
Ser, la mínima expresión
de todo el futuro por delante.

Filia a la filia o filia a fobiar.
En esta última frase se demuestra
que este mundo sólo va de amores
mejores o peores ubicados.
Si filias las filias, no fobies.

Si filias contagia duramente, 
pasa abierta y común a través.
Seremos irresistibles a la verdad,
una red que filtre y oxigene cerca
entre tanto asunto lejano y turbio.