Tuesday, July 29, 2014

el titilante girarse y explosionar a comprender

- El final del acantilado, Harry Van der Weyden -


titilante. en estéreo, como la soda.
lengua de vaso, medio lleno,
medio vacío de burbujas
que buscan el oxígeno
arriba, arriba, tienen que salir.

sólo titilan, como un comienzo.
no siempre fue así de tibio,
antes dominante del faro para mundos futuros,
arraigaba un nutrido cuidado de perlas pasadas.

mis pequeñas esferas de aire de cristal
no saben nombrar lo que son o contienen.
la transparencia es así. tiembla porque está viva
pero nadie, ni yo puedo verla aún.

volé siempre aquí, vieja europa.
luego me sentí raíz brotada en volcanes.
yo, verde sobre naranja, con mi filo fui cortada
como sana coartada
para devolverme donde un día fuí alada.
¿dónde estaba yo, ahora?

trombas de arena fina, suave, asfixia,
sobre el tiempo de un pequeño reloj.
no podía ser para tanto el mínimo desierto,
qué sensación tan exagerada la soledad recóndita
en medio de un castillo de fuegos artificales interdependientes.
por todas partes, todo el rato, la pieza que falto.


pero. el pero. reactivo paseante,
que se da la vuelta en seco
para admirar consciente y libre
al otro 50% de mundo que no abarca.

pero. el pero. a pesar de.

así, el resquicio sensible diario
que no encontraba versos
para ser secado al sol
en un mundo abierto en canal
vuelve a generarme efervescencia.

no avisó ahora mismo.
yo te escupo burbujas.
arriba, arriba, arriba,
tienen que salir al borde.

frágil, titila la poesía impune.
empiezo a  reconocer de nuevo
su descarada falta de pertenencia.

qué lejos puede una irse en concepto
para mover todo el mundo certero.