Thursday, March 29, 2007

Lianas

Me absorbe el suelo. Los hombros caídos, las piernas dormidas y la cuenca de los ojos también. Hoy empieza mi semana santa y por aquí no se mueve nada. En una cajita de cerillas hago fuegos artificiales y creo que el humo me está afectando.

Nota del día: comprar plantas. Podré perderme dentro de ellas y hacer casas en arboles, tirarme de barranco a barranco entre lianas y comer con las manos. Lo único que no me convence es el tema del taparrabos, la higiene y los bichos. Pero por lo menos, a diferencia de aquí, en mi cajita de cerillas se parará el mundo para que yo siga moviéndome.


Sunday, March 18, 2007

El valor de las cosas

El mundo es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros descendientes.


El cuerpo es una cáscara. Lo inmaterial que quizás se acumula dentro, un día se escapa a saber dónde. Y desaparecemos como lleva desapareciendo casi todo desde que hay vida en el planeta.

Pero el planeta no desaparece. El día que ya no estamos sigue girando igual que siempre. Nunca me he muerto de momento, pero supongo que cuando le ves las orejas al lobo, se activa en uno mismo un reflejo acto de inmortalidad. No podemos aferrarnos a nada mientras el tiempo se escapa, así que queremos dejar algo para los que quedan, necesitamos aportar una parte de nosotros.

Demasiado tarde. Solo puedes dejar "el mundo", al cual as descuidado desde que tenias uso de razón. Ha sido la pieza más importante de tu vida, donde has crecido, donde has pensado, donde has sentido, has viajado, donde conociste a tu pareja, donde dejaste a tus niños. Sin embargo jamas le has cuidado. No le has dado nunca el valor de la cosa mas valiosa que tenías, lo único que tendrás. Nunca lo has enfocado como el legado donde toda la gente que quieres y que dejas atras crecerá, pensará, sentirá, viajará, conocerá a su pareja y dará vida a nuevas personitas que harán que el mundo siga girando.

Y cierras los ojos por última vez. Y en este mundo has dejado guerras. Hambre. Insolidaridad. Un mercado atroz por encima de cualquier ley, de cualquier ser humano. Un silencio pasivo ante la injusticia. Un mundo cada vez mas efímero, cada vez mas ensimismado en lo superficial. Has dejado que los grupos se fragmenten hasta hacerse enemigos. Que la tolerancia y la integración se convierta en odio y recelo. Has dejado un futuro donde las energías no renovables que mueven el mundo se agotan demasiado rápido y no te has molestado en invertir en la continuación de otras energías ilimitadas que asegurarán el bienestar de los que has dejado en el planeta. Un mundo donde pensar en voz alta es un peligro si te sales de lo común porque quedarás automaticamente apartado a un plano inexistente. Un lugar donde tus hijos tendrán contratos basura hasta que se jubilen porque son simplemente capital de usar y tirar en beneficio del empresario y su producción. Y cuando se jubilen, muy probablemente su pensión será demasiado escasa para vivir en condiciones. O incluso será nula. Las residencias, a este paso, estarán privatizadas sin amparo para los que no tengan dinero. Y entonces, como en esta sociedad solo se aprecia lo bello y lo productiva-consumistamente útil, tu hijo, ya con toda una vida a sus espaldas, morirá solo en su casa porque desde el momento en el que la vejez empezó a fluir por sus venas, la herencia que le has dejado le ha anulado como ser humano.

Esto no es política, de verdad que no. Esto es simplemente sentido común y humanidad, algo que no se encuentra en la herencia política que no estamos dejando. Y es que el mundo es otra historia por encima de sistemas de mercados y políticas. Antes de que ya no podamos hacer nada porque nuestra estancia en el mundo se acabe, deberíamos darle a las cosas el valor que se merecen. Y cuidar el mundo, con su naturaleza, con su sociedad, con su cultura, en el mejor estado que podamos, siempre pensando en los que vengan después. Cuando muramos, al menos querremos a 1 persona en el mundo. Solo por ella, merece que siga girando.

¿Qué mundo estamos dejando?

Thursday, March 15, 2007

Respeto

Se me olvidó. Creo que lo deje en algún lado, entre la teoría y la práctica. Pero es que tenía sociedad y ya se sabe, que cuando vas de sociedad por la vida, con las prisas se te olvida cualquier cosa.

El respeto. Yo juraría que lo tenía por aquí, no sé qué ha podido pasar. Ayer fui a echar mano de él al bolsillo y ví que faltaba un hueco. Me asusté un poco porque miré a mi alrededor y todos, entre las butacas rojas, aplaudían y reían la situación. Cuando se den cuenta de que a ellos tambien les falta, ya se asustarán ya...

Esta noche decidí hacer memoria para saber dónde lo dejé, pero fué un día intenso y me quedé dormida a los 2'7 segundos. Esta mañana me he levantado y ha vuelto a su sitio. Aún es pequeñito, por eso no termina de ocupar el hueco. Tiene que crecer mucho para quedarse fijo, como antes.

¿Da miedo verdad? Llevas la bandera de la sensatez con toda la sinceridad del mundo, creyéndote por encima de la intolerancia, arraigada en el respeto y un día, de repente, te das cuenta de que ya no está. Así, de golpe, ves a alguien por el rabillo del ojo, alguien que se siente incómodo por la intolerancia institucionalizada de nuestros tiempos y cuando intentas echar mano de tu respeto para arroparle, ante tu asombro te ves desde fuera a tí mismo como la gente de esas butacas rojas, aplaudiendo y riéndose, muy institucionalmente, de esa situación.

Creo que algún día lo perdí, entre la teoría y la práctica, por no hacerle el caso que se merece, por no darle el valor que debería tener. Cuidad de vuestro respeto. Ahora es más necesario que nunca. Para todos. Para todo.

Sunday, March 04, 2007

Si(n)logismos

Si la vida pende de un hilo de casualidades,
quiero que tu jersey de punto me abrace todas las coordenadas de mi existencia.

Si a veces te odio tanto,
quiero acabar peleandome a bocados con todas tus insoportables manías
entre pliegos de sábanas mal estiradas.

Si es cierto que me uno a tí cada vez que respiro,
ya no necesito mas teorias que me expliquen el origen de las casualidades.

Y es que sin casualidades no hay jerseis de punto.
Sin jerseis de punto estan las sábanas.
Y sin las sabanas solo quedamos tú y yo.
Y ahí yo ya te siento tanto,
que ya ni me lo explico...

Qué casualidad, siempre acabo pensando en tí.

Thursday, March 01, 2007

Los Colores de la Tierra

¿Dónde está esta generación? ¿Dónde se esconden las voces de las preguntas? ¿Dónde se inspiran los globos del futuro? ¿Cómo identificarnos entre la gente cuando nos crucemos por las aceras? ¿Qué marca en la frente tenemos los que vemos pájaros de fuego? ¿Qué sociedad secreta no se encuentra a sí misma porque no sabe su secreto? ¿Por qué duermen todos entre tanto ruido? ¿Por qué los que no lo hacen tienden a perderse solos y aflojan sus fuerzas con el peso del aislamiento? ¿Dónde voy? ¿Donde me quedo? ¿Quién leera la soledad? ¿Qué paredes guardan a oscuras las ideas para que fermenten si el destello fulmina el origen de la luz final? ¿Dónde estamos? ¿Por qué nadie chilla? ¿Es que a nadie le duele? ¿Por que no nos valoramos como agentes sociales de cambio, como dueños de lo humano sin rango superior? ¿Es que ya nadie se quiere ni siquiera a si mismo, nadie se siente capaz de decir que No? ¿En qué bolsillo me guardo las preguntas para que los que saben no las pulvericen con sabiduría quietista? ¿Dónde quedan aquellos que se reunian en cafés, escribian libros, fundaban revistas? ¿Dónde los jóvenes que empujan desde abajo? ¿Dónde los indómitos de letras que pueden cambiar mundos interiores que exploten el pasmado mundo de cemento gris?

No me oigo ni a mi misma. Chillo y el hueco sordo de la indiferencia colectiva me deja cada vez mas sorda. Solo el tacto me guía para encontrarme, para encontraros si os encontrais algun día. Es lo que nos Toca...