Saturday, October 14, 2017

El martillo del piano dura poco anclado contra el fondo de las cuerdas



La vida es la única oportunidad
para resignificarlo todo.
Pero no sólo para resignificar
se está en la vida espontánea.

Llevo poco más de un año
comprendiendo lo anterior.

Ha costado volver a aporrear el piano en acto creativo:
me había aprendido de memoria la partitura más bonita,
cuando lo mejor de su composición es la humana libertad
de que al hacerlo sorpresivamente aún no está compuesta.