Friday, May 30, 2008

Lo que haría ahora mismo

- Masticaría un tiesto hecho de barro sigilosamente.


- Imprimiría por esta impresora rayos de un blanco incandescente.


- Nadaría entre las olas de polvo que surcan el parquet debajo de los rincones escondidos.


- Me afilaria las uñas con el canto de las hojas de mis libros más tristes.


- Me rascaría el alma con una tonificadora esponja amarilla si pudiera llegar justo a ese huequito que se esconde.


- Tomaría el sol en la planta de los pies.


- Arañaría al aire con un grito sordo, contundente, impernenne, penetrante, expansivo y brillantemente pegajoso, de fiel existencia.


- Haría equilibros en lo alto de una encaramada aguja kilométrica de cobre rojo, como la Gran Vena del Mundo.

- Me embarcaría en una nave espacial de papel, hacia un agujero grande en Formentera, directa al mar.


- Después me convertiría en pez de colores e inmersa, sumergida, llegaría por fin la paz, lo absoluto, la corriente hipnótica que aplaca el alarido.

- Y entonces, regalaría el Infinito.


Sunday, May 25, 2008

Medusas esteparias


Cuando este artilugio indefinible y metafísico te encadena la vida, solamente te queda pedir socorro al eco que dibuja el aire soplante frente al cañón más abismal y absorbente que tienes enfrente, colmado en su fondo con voces que no hacen más que repetirte que te dejes llevar por su efecto atrayénte y saltes al vacío.


Pedir socorro al exterior vacío -tan poblado de gente que no puede hacer nada porque el artilugio ese, sí, el indefinible y metafísico que te encadena la vida, es producto de tu imaginación retorcida y surrealista- es como soplar la herida de un brazo recién mutilado, como rellenar con muñecas hinchables una ausencia irreconciliable con la sustitución, insuperable. Mientras, las voces del fondo del cañón -de colorado, de negro, qué más da- son las únicas compañeras. A veces vuelan y son medusas eléctricas, viajantes y vagantes en tu maleable estado de ánimo, las que te acompañan, voltáicas, cuando tienes frente a tí el placer de dejarte llevar por el dolor, por los buenos momentos, por los recuerdos, por los proyectos, por los olores de una ducha caliente, por el salado tibio de las lágrimas en tu boca, por sentirte asquerosamente viva, descarnada ante sentimientos fulgurantes que azotan con grandes olas de sal espinosa, incisiva, contra el muelle de tu antigua vida -en la que te limitabas a ser Feliz. Simplona e ingenua tú-.


"No quiero que mi primer libro sea un socorro cristalizado en tinta y pasta de papel, un horror compartible con cierto regustillo a humanidad imperenne", les digo a las medusas eléctricas cada vez que descargan su furia de un latigazo fotovoltáico contra mí. Entonces ellas se apiñan frente al tsunami de olas de sal puntiaguda y escociente aislándome de él, creando una barrera, un vacío, como el del abismo del cañón, y me hacen ver el horizonte de un chispazo, me iluminan, décimas de segundo de lucidez no farragosa, chute de Ventolín para mis asmáticos sentidos ahogados. Tal vez, el destino solo me esté haciendo el favor de no limitarme a ser Feliz, de utilizar las uñas para arrancarle a la vida unas palabras de libros, todo un honor hacia mí por su parte.


La verdad es que nunca pensé que viviría en esta isla, que yo también acabaría siendo un lobo estepario. Sorpresa, Principita...

Saturday, May 17, 2008

Mayo del 08

Tengo las cosquillas atrapadas en mi pecho, contemplando pasivamente el aire que me rodea y no me deja respirar. Y mi silencio chilla como un berreo prolongado de Janis Joplin, que hiere pero es rasgantemente humano, prolonga el sufrimiento desahogándose con la vida, bestialmente hacia afuera, todo salvaje, descarado, descarnado, impertinente. Una vez más el sufrimiento vibra y ya no está identificado dentro, por fin, sino con el Otro, alteridad extraña, con la impotencia por entender un mundo que cabalga entre el egoísmo y la opulencia, entre el egoísmo y la austeridad tratando de camuflarlo, que sangra y se arrastra en cada segundo que dedica el planeta a la rotación de su existencia. Al centrifugado de su historia.

Marcada en la frente por la señal de Caín o tal vez hechizada en sueños por la marca de los poetas malditos, con Rimbaud histriónico en mis oídos y Bukowski echánodme el humo de su cigarro en la cara. Agarrar las crines blancas a la vida bien fuerte y montar un caballo que cabalga mi destino, siempre hacia la muerte, abrazando su cuello de vida, creando hendiduras con sus herraduras por el camino que pienso construir, vedado por carteles, señales, prejuicios y existencias pasadas. Aburrido de no existir.

Y escupiré al aire mil palabras afiladas, penetrándolas en acto sexual contra su impasible mirada de mundo ya inventado, de excusas, de muerte en vida y vida muerta. La ondulación de las cascadas jamás podrá sin mis palabras enganchar tu alma en caída libre hasta zambullirte en lo más profundo de nuestro ser. Ojalá quisieras verlo.

Saturday, May 10, 2008

De profesión: Comunicante

Cada vez es más intenso mi juego de coger repentinamente un libro cuando tengo un presentimiento abrupto de hacerlo, abrirlo y clavar los ojos en un párrafo concreto, a boleo pero con determinación. Siempre dicen algo. Hoy Hermann Hesse me ha chistado desde la estantería mientras yo ojeaba el periódico y me ha dicho esto:

"Todo fenómeno sobre la tierra es un símbolo, y todo símbolo es una puerta abierta, por la que el alma, si está preparada, puede entrar en la intimidad del mundo, donde el tú y el yo, el día y la noche, son uno. Ante cada hombre, alguna vez en su vida, aparece la puerta abierta en el camino; en cada hombre aletea en una ocasión la idea de que todos los objetos visibles son símbolos y de que, tras cada símbolo, habitan el espíritu y la vida eterna.
Pocos pasan, es cierto, por esa puerta y renuncian a bellas apariencias a cambio de la presentida realidad de lo ínitmo."

El lunes (día de la Luna) cumpliré 22 años (el 2, mi número, repetido 2 veces). Cada día estoy más segura de que mi lugar en el mundo pasará por seguir escribiendo que todo eso que comunican Hesse y otros tantos existe aún, que aun así las nuevas generaciones lo seguiremos escribiendo con sentimiento insaciable, como si fuera la primera vez; que existirá entre las estanterías de cualquier nuevo ser del mundo futuro que empiece a sentir los giños de complicidad que plagan al planeta azul, que no son ideas que leamos de otros, sino sensaciones vírgenes adheridas a nuestra existencia que un día cualquiera, tras acicalar nuestra desnuda soledad, conseguimos reconocer en los demás. "La presentida realidad de lo íntimo" enamorada del Otro, o lo que es lo mismo, la comúnmente conocida a lo largo de la historia como Comunicación Humana.

Tuesday, May 06, 2008

Refugio de Personas

Igual que existen los refugios de animales, donde van todos aquellos perritos que a cambio de fidelidad, lealtad y mil cosas buenas han recibido un abandono, deberían de existir los refugios de personas a donde dirigirse una temporadita cuando te sientes abandonado como un perro.

"Es increíble pero no estoy solo,
a menudo me trenzo con manos o voces
o encuentro una muchacha para ir lluvia adentro
y alfabetizarme en su áspera hermosura.
Quién no sabe a esta altura que el dolor
es también un ilustre apellido"
Benedetti.


Me encanta coger mis libros de poesía cuando ya no sé a qué agarrarme, abrir una página al azar y encontrar justo estas cosas. Magia a falta de refugios.

Sunday, May 04, 2008

Clarissa Vaughan

O de la filtración de lo que podía ser uno mismo lanzado al futuro entre páginas de papel. Atónitos ojos recorren un alma gemela o tal vez a mí misma, proyectada por mi mente en esta especie de simulacro que es la vida, porque aún no está comprobado que el mundo no sea inducido por nosotros. Y ésta es ella:

"Ahí la tienes, piensa Willie Bass, que se cruza con ella algunas mañanas por estas latitudes. La antigua beldad, la antigua hippie, con el pelo todavia largo y de un gris desafiante, en una de sus rondas matutinas con tejanos, camisa de algodón, de hombre, y una especie de sandalias étnicas (¿India? ¿Centroamérica?). Conserva cierto atractivo erótico; un toque bohemio, un encanto como de bruja buena; pero esta mañana irradia un aire trágico, tan tiesa como su camisa holgada y su calzado exótico, resistiendo la atracción de la gravedad [...] Ha debido de ser una mujer espectacular hace veniticininco años; los hombres debían de morirse felices en sus brazos. Willie Bass está orgulloso de su capacidad de discernir la historia de un rostro; de entender que quienes ahora son viejos fueron jovenes un día."

"Mientras que ella, Clarissa, se limita a gozar sin motivo de las casas, la iglesia, el hombre y el perro. Es pueril, lo sabe. No es sutil. Si tuviera que expresarlo públicamente (ahora, a su edad), este amor suyo la confinaría en el reino de los incautos y los cortos de luces, de los cristianos con guitarras acústicas o las esposas que han accedido a ser inofensivas a cambio de que las mantengan. Aun así, este amor indiscriminado le parece a ella totalmente serio, como si todo el mundo fomara parte de un vasto e inescrutable designio y todas las cosas del mundo tuviesen su propio nombre secreto, un nombre que no puede transmitir el lenguaje, sino que es simplemente la visión y el tacto de la cosa misma. Esta parte determinada y perdurable es lo que ella considera su alma (una palabra engorrosa y sentimental, pero ¿de qué otro modo llamarla?); la parte que es conocible, que podría sobrevivir a la muerte del cuerpo. Clarissa nunca habla de esto con nadie. No lo vierte a borbotens ni gorjea. Se limita a proferir exclamaciones ante las muestras obvias de la belleza, e incluso entonces consigue aparentar un cierto aspecto de contención adulta. La belleza es una puta, dice ella a veces."

"... y los lunáticos, los aturdidos y los desnortados, la gente cuya estrella, si alguna vez la tuvieron, les ha abandonado. Así y todo, ella ama el mundo que sea crudo e indestructible, y sabe que hay otras peronas que también deben de amarlo, tanto ricas como pobres, aunque nadie hable de las razones concretas. ¿Por qué, si no, seguimos viviendo, por muy comprometidos, por muy dolidos que estemos?"


"Las horas" M. Cunningham.



Esto de la literatura es increíble pero cierto. Ahí está Clarissa, entre garabatos de papel. Y Clarissa existe de verdad, entre nudos de complejidad real. Y a veces, cuando pasan estos diálogos tan fieramente comunicacionales entre libro y persona, tan sangrantemente sinceros, tan calidamente suaves, como un abrazo cuando tiritas que te susurra que la existencia humana no son invenciones útopicas, que no son solo cosas mías, tengo ganas de llorar.

Saturday, May 03, 2008

Nº 1

- Contaré al aire todo aquello que la tierra no quiera oir.