Wednesday, December 23, 2009

Dieta Mediterránea

Me alimento de literatura:
bebo poesía
y como prosa.

Estoy líquida, en una tinta constante,
acolchada de papeles transparentes
y de estimulantes colores palpables.

Y de pronto, todas mis ganas creativas
se solidifican convirtiéndose
en cuerpo de persona.

A través de la ficción me doy cuenta
de las grandes posibilidades
que pueden deambular libres por la realidad.

Me alimento de literatura:
sedienta de poesía
mientras mastico prosa.

Saturday, December 19, 2009

abrazos amarillos y blancos

Bajo este brutal cielo amanecido la luz del sol relamía las paredes de manera tan contundente,pero tan de soslayo, tan de canto, que casi les arranca las telas a los edificios y crea un abismo de cimientos a su paso. Es como si desnudara los comienzos y los dejara expuestos a toda esa vida que está a punto de despertar cuando los relojes de la ciudad digan "ya", con su voz aguda, abridores de párpados, atentos al cambio. Como si quisiera dejar al mundo puro, para dar el paso cero -una vez más-.

Pienso desde un resquicio de tiempo y espacio con forma de bus de vuelta a casa, que tal vez esos rayos de sol no son más que la estrella mas grande de nuestro sistema, la que nos da la vida, desperezándose y estirando sus brazos amarillos y blancos, erizados de luz, para comenzar bien un nuevo día.

Wednesday, December 09, 2009

El sabor de las gotas de sol líquido

El sol gotea líquido
sobre mi lengua
bajo un cielo anaranjado.

Pero no apaga mi sed
sino como buena estrella
la enciende con luz acuosa.

Atrapados de un mordisco
en el horizonte de rayo verde
esperan cielo y tiempo.

Por favor, póngame un vaso
de luna con hielo
que hoy no tengo sueño
ni necesito descansar.

Sunday, November 29, 2009

creo en garabatos

cuelgo faroles de colores,
luces de papel,
de los hilos de tiempo
que atraviesan el techo
de mi cuarto.
aunque no sé muy bien
qué estoy celebrando,
lo intuyo pero aún no es.
garabatos de hechos que me insuflan
tiras largas llenas de un cascabel.
aunque claro, el arte siempre fue algo tan subjetivo
que de lo que pinte a lo que sientas a saber...


Thursday, October 29, 2009

Imágenes de chicle

Calamares efervescentes
y burbujas de tinta.
Esquirlas de guitarra
entre las virutas del viento.

Instantáneas de instantes
en distantes palabras foráneas,
no frenan mis pasos
clavados como escarpias.

Es difícil una idea
para unos pies de suelo

es difícil el vuelo
en un mundo terrenal
y el cuerpo no tiene mas remedio
que jugar a ser chicle mascado por la existencia,
estirado por la esencia
y retratado por una imagen más.

Monday, September 14, 2009

En el párking donde los pájaros repostan


El parking de los pájaros
está lleno de sueños
hechos un nido
en el maletero de la libertad.

Huele a aire celeste
entre sus cajas de mudanza
que transportan aspavientos
por las nubes sin fronteras.

El parking de los pájaros
es sutilmente gratuito
pues pagan con el futuro
los los viajes que ahora dan.


Tuesday, September 08, 2009

Malabares con rocío

"...Lo más triste de un corazón roto
es que al final se vuelve a enamorar"

El césped escuchó esta frase de la boca de un par de humanos tumbados hace mucho tiempo, ya casi la había olvidado por completo. Aquel día debía de estar a punto de amanecer, porque recuerda que le pilló desprevenido jugando a los malabares con algunas gotas de rocío. Ahora hacía equilibrios con las gotitas de agua, tal vez por eso se ha vuelto a acordar. Memoria asociativa.

Un segundo después, el césped se ha quedado perplejo, paralizado, mirando al horizonte neonato. Se le han caído todas las gotas de rocío al suelo de golpe. La frase le ha vuelto a pillar desprevenido.

Con tantas gotas de agua de golpe a esas horas tan tempranas, la nuca de la Tierra pegó un escalofrío. Se le pusieron todos los céspedes de punta.

Wednesday, September 02, 2009

Bisagras que suenan a bostezo

Y cuando ha sonado mi despertador
a las 4'45 de la mañana
algo ha chirriado.
No sé si las sábanas por espanto
o eran mis huesos hablando esperanto.

Sunday, August 30, 2009

Monumento al azúcar


Me encanta cómo habla el papel de los caramelos al abrirlos, tiene un acento excelso y marcado, una textura sonora de plata que te llena las orejas de una manera sutil, como un cascabel ronco, hasta que no cabe más dentro de tu tímpano, hasta que ya no oyes otra cosa y entonces, por falta de espacio en la oreja, decide escalar por dentro de tu cabeza hacia lo más alto. Eso es el cráneo, o las nubes, o las estrellas, dependiendo de la persona.


En ese momento el caramelo se convierte en algo a proteger entre las yemas de los dedos: pequeño, delicado y sencillo, hay que tener cuidado, se merece mimos gracias a su olor aún inexistente, prematuro, como si llevara flotando en la barriga del azúcar aproximadamente 9 meses. Es tierno. Aunque cruja.
Mientras lo desgranas de su vestimenta sufres una premonición en cada papila gustativa que se asoma curiosa, erizada y erguida hacia el cielo del paladar. Con la intuición el sabor redondo que arropan tus dedos sale, así, disparado, en el tiempo y la distancia hasta tu lengua, que se baña en las ganas de deshacer con saliva el color, ese color siempre vivo de los dulces, para volatilizarlo por todo tu cuerpo, para que al fin, con los ojos cerrados, te fundas en uno con él, monocromo que te hace ver colores.


Así funcino con los caramelos. Y con el resto de las cosas bonitas.

Friday, August 28, 2009

Coordenadas descartesianas














- Sarria, Camino 09-

He perdido la noción del tiempo
desde que mi secundero es sólo
el eco de los pasos nuevos,
desde que cambio tic tacs
por el click click que suena
entre cantimploras y conchas.


He perdido la noción del espacio
desde que el terreno es mi tiempo,
desde que Ando creciendo por los días.


Y es que por fin me he [medio]encontrado
desde que al perderme sé
que de mayor quiero ser lejos,
no vieja.

Friday, July 31, 2009

Yonki salina


- Me quedan sólo dos días para conseguir la lejana dosis necesaria antes de que me atrape la vida laboral - espetó su angustia por Ella.

Porque el mar nunca es suficiente se acaba de volver una yonki salina. Ella tenía una vida de verano metropolitano normal: asfalto caliente que te hace patinar en los pasos de cebra, adoquín sucio y mares pretendidos llamados piscinas.

El mar era la excepción a la regla. El mar era puntual. El punto y aparte.

Sin embargo, no se sabe qué clase de componente químico tenía la sal de Cadaqués que, un día cualquiera, despertó del ser dormido un mecanismo de insatisfacción marina bestial. El sujeto, atado por la soga de los kilómetros y la cuenta atrás, presenta trances subacuáticos de difícil solución: constantemente se pasa la lengua por los labios sosos en su poco fructífera búsqueda de sal; su ombligo en la ducha suspira -como una ballena invertida- por volver a ser una desalinizadora al sol ubicada sobre el pareo; su tacto trata de averiguar a dónde fueron todas esas gotitas competidoras de carreras al salir del mar que se daban codazos sobre su piel, kamikazes contra la arena; y lo más grave de todo: el sujeto, en honor a las gafas de bucear, ha creado un mecanismo de defensa que le impide respirar por la nariz y es por todos sabido que la ciudad a veces es un lugar no tan libre donde te acaban/acabas tapando la boca... por eso, siente que se ahoga por segundos.

En la metrópoli creen que la única terapia a lo natural es lo artificial. Por eso crearon las piscinas. Una piscina es un "mar pretendido": agua cautiva en una cárcel de adoquín disfrazado de cielo a la que sedan con grandes dosis de cloro. Ese es su truco, el cloro, pues saben que si el agua tuviera sal estaría llena de vida y sería imposible retenerla de manera pretendida porque el mar no se pretende, simple y ferozmente, ES.

Wednesday, July 29, 2009

El butoh mudo parló

Casa Encendida. 6'15 pm.

La historia de las constelaciones sería contada como un cuento y claro, todos los niños de 5 años de Madrid nos quitaron las entradas. Los planes B últimamente me pringan de azúcar hasta los codos. La "b" tiene que venir seguramente de palabras como "bien", "biombo", "brinco", "bebé", "beber", "bocanada", "básico", "bien", "brillo", "baile", "biblio", "bonito" y sobre todo "búsqueda".
Plan B: la filmoteca.
Una película basada en un relato de Poe: la Chute de la maison Usher. Había un piano, era muda. Cuando empezó parecía algo onírico. Las imágenes eran PRECIOSAS, preciosas es poco, los planos, las superposiciones, la luz del blanco y el negro, la ambigüedad tenebrosa de los planos, los rasgos fantasmagóricos de los actores, sus ojos de agua... increíble para ser del 28. No sólo la casualidad nos enseñó eso. La pianista parecía John Cage, tocaba el piano no solo "normal", también pellizcaba las cuerdas de la cola y tiraba una especie de caniquitas, hacía ruidos psicodélicos, conseguía que sonara a cristal, a madera, a piedra y a sombra.

La puerta para entrar a la guinda de la casualidad:
Le acompañaba una chica que hacía belcanto improvisado junto con el piano, cantaba con la voz atemporal, podría haber sido un espectro en paz perfectamente. A veces también recitaba con un inglés perfecto textos de Poe. Mi brasileña creadora y yo no hacíamos más que mirarnos y decirnos con los ojos la suerte que teníamos de haber aterrizado ahí.

El motor de la curiosidad.

Durante toda la peli estuve pensando si la pianista y la cantante se dedicaban a girar por el mundo con esa película muda. ¿A qué te dedicas? "Pues ponemos voz y piano fantasmagórico a un relato de Poe y vamos de filmoteca en filmoteca peinando el mundo". Me parecía mágico que alguien dedicara su vida a eso, nunca se me había ocurrido. Así que la brasileña y yo, en cuanto encendieron las luces, salimos disparadas a preguntarles a qué se dedicaban. Hablamos con Denise, la cantante. Habían compuesto esa música sólo para esta película, pero también hacian más cosas relacionadas con el arte, no se si eso era más poético o menos que lo que yo pensé.

Le di dos besos y a la salida de la fimoteca la boca me sabía a su perfume y a su maquillaje como si me la hubiera comido, no se por qué las cantantes de ópera y la gente fina se embadurna tanto de cosas que huelen tan bien...
El butoh.
Aquí, justo donde no viene a cuento, comienza el cuento y se cruza el butoh. Es el baile japonés de las sombras, se pintan la cara de blanco y se retuercen, se mueven lentos... a mi se me saltan las lágrimas por dentro de lo bonito y lo verdadero que es. Hace unos meses vi "Cerezos en flor". Ahí descubrí el butoh y me puse a buscar algún lugar en Madrid para hacerlo. Tal vez no busqué bien, pero no encontré nada por aquí. Por eso me encantaría hablar con alguien que esté dentro del butoh, es algo que tengo pendiente...

Y ahora el cruce:
Buscando por internet, la mujer que me metió todo su maquillaje y su perfume en la boca tiene en su currículum que ha estado metida en un grupo de butoh en México.

Por último, la magia real:
Con un par de mails
atravesadores de océanos,
casualmente la voz fantasma
sería mi guía
en el baile de las sombras.

Tuesday, July 21, 2009

Escarcha de estrella en la boca

Entre telas de alógeno cosidas con puntadas de plástico, uniforme amarrado a su ser de lunes a viernes, cerró los ojos para perderse en el tiempo.

Y allí estaba: la ventana del avión, con nubes de suelo glaciar ártico, barrancos de aire, atardeceres donde es el sol que el que te tiene vértigo porque le parece increíble que mientras que tú despegas hacia el infinito con tu avión aparezcan en las ventanillas escarchas con forma de brillo de estrella.

Abrió los ojos en su oficina, era irremediable. Pero la boca le sabía a hielo de destello de estrella y nadie a su alrededor podía sospecharlo.

Tuesday, July 14, 2009

Hundirse hacia arriba es volar

- "La memoria es la despensa que nos alimenta la vida."

Eso pensó cuando meses después volvió a escuchar aquella canción. Mucho antes de que tuviera un sentido, ya se sabía la letra. La había escuchado cien veces y su imaginario empezó a tocarla de manera automática sólo mientras la conocía a ella. Ese proceso sin prisa, pero sin pausa, que va desde que aparece un contexto hasta que lo haces tuyo. Así apareció ella y junto con ella la intensidad de la canción iba subiendo.



"Empezaba tranquila, casi susurrante, titilante, pero con una vibración que pronto se convertiría en movimiento encadenado. La letra iba contando proyecciones de las ganas. [0'45"] Cuando el corazón asincopado ya estaba disparado, se desarmaba y suplicaba un desarme conjunto. [1'05"] Los cobardes no se dejan llevar, son incapaces de ahogarse en el otro, pero su mirada le disparaba rojos valientes y contundentes, como los rasgados de un violín. [1'22"] Cuando todo echó a volar dibujando las curvas de la intensidad de un violonchelo -a eso de la hora- la necesidad de ahogarse de manera par, en lugar de ser un gesto descendente, se convirtió en gesto ascendente, como volar. Todo cambió su significado. [2'17"] El mundo al revés de un revés, hasta los faros se desvanecen de lo alto que van en su encuentro y entonces, al final... todo, todo estalla. [3'16"] Letras, súplicas, ganas, violines rojos, baterías asincopadas, pianos tímidos, vibrantes, rítmicos, impulsos impulsadores de pulsiones. Noto por todo el cuerpo mi sangre bailando bien bombeada."

Se quedó pensando, con la mente en blanco, sintiendo con el latido en blanco también. La descripción de arriba es la de aquella canción. Pero también es una fotografía intacta del momento en el que la conoció a ella por primera y última vez. Sólo se dió cuenta al echarla de menos. Cuenta de ese momento y de esa canción. Desde entonces, cada vez que la escucha, se vuelve a enamorar. 3 minutos con 46 segundos sólo para un par de lenguas extranjeras que hicieron de la metafísica un esperanto por encima del tiempo y el espacio...

- "...que sólo está hecho de aire y luz." - y eso último lo cree profundamente: tanto como que se lo dijo Ella.

Saturday, July 11, 2009

Echar en falta qué



Qué sensación más rara es esta de echar de menos sin tan siquiera haber conocido a la otra persona. La imaginación mezclada con las ganas es tan poderosa que hasta puede crear materia, puede crear física, puede crear metafísica, y disparar mucha mucha química. Vamos, que te puedes enamorar de tus propias tonterías con plena convicción tangible.

Pero más raro es aún cuando tu idealismo tiene cara, nombre, apellidos y una tierra que pisar. Cuando tu imaginario se construyó a raíz de una casualidad de esas que pasan porque son importantes.

Normalmente la gente idealista sabe todo esto. Y busca entre los 6 mil 500 millones de habitantes que hay en el mundo. Tienen la certeza de que, al menos una persona, en un momento determinado va a ser para construir una historia.

Lo que no es tan normal es cuando el idealismo y tus películas son reales, han estado delante de tí, en una casualidad de esas, con unos nombres, unos apellidos, pero un paradero desconocido.

Lo único que tenemos en común los idealistas con los idealistas-impotentes-cuya-tangibilidad-está-actualmente-en-paradero-desconocido es una cosa: habrá que seguir buscando sin cejar entre los 6 mil 500 millones de personas que habitan en el planeta.

Espero no tener que surcar otros mundos también. Porque yo juraría, por lo que noté aquel día, que mi idealismo materializado también es de la luna.

Friday, July 03, 2009

Suena importante

Subestimar durante tantos años a los sonidos, darlos por hecho... Y por sorpresa descubrirlos y amarlos, mimarlos, como un tesoro perdido del aire. Capturar el tiempo, los colores de los espacios con una grabadora. Dedicarme a ello cada día más.

La vida suena por encima de todo. Suena el trigo, las estrellas, suena la hora de la siesta. El color de tus ojos, la suela de sus zapatos, y con concentración suenan hasta las piruetas que dan nuestras células indecisas ante la vida, removiendo el viento en pequeñas ráfagas.

Algun día mío, no muy lejano, sonará en medio de la nada la música de mis altavoces con ruedas. Me pregunto qué pasaría si todos los indecisos-pero-ávidos-buscadores-del-algo-más nos decidiéramos de golpe a irnos a trotar el mundo para buscar sonidos.

Una estampida silenciosa y mundial de sensibles solitarios al volante de sus ganas.

Desiertos, montañas, mares, pueblos y cielos tomados por los invisibles del disfrute.

¿Qué pasaría si fuera contagiosa la libertad sencilla?


Sunday, June 28, 2009

Pegó un trago al vaso de agua fría...



... y entonces le dijo:

"Ven aquí ya, que te voy a decir cuatro cosas bien dichas con esta boquita".

Pero no, al parecer no se refería a las palabras. Ea.

Saturday, June 27, 2009

Derecho torcido

A veces no se me ocurre
qué hacer
con frases como:

"El derecho
a estar torcido
".

Wednesday, June 24, 2009

Entre dos conmociones

Las horas me han ido enredando esta tarde y he perdido el tiempo por culpa de la música. Estan compinchadas. Sabían desde el principio lo que iban a hacer conmigo, la vulnerable mortal. Las horas y la música tienen mucho peligro. Son unas manipuladoras, te tienen a su merced y lo saben. La una te entretiene mientras que la otra se te cuela dentro.

Aunque no tengo muy claro si es la música la que te distrae mientras que, zaca, el tiempo se te cuela hasta el alma... o si son las horas las que te entretienen como quien no quiere la cosa y cuando te quieres dar cuenta, zaca, ya tienes a la música metida dentro, muy adentro.



Raptan poemas de Juan Ramon Jimenez. Raptan la voz de un alma... que rapta a quien le escuche.

Sin piedad, confabulan nuestros destinos.

Friday, June 19, 2009

De cómo se hacen grandes descubrimientos


Estoy pensando que...

Una amiga me regaló un vasito de cristal verde, con forma de lechera. Tiene hasta asa de hierro que chirría si la mueves de izquierda a derecha. Tambien tiene forma de lamparita de candil, de esas de cristal del siglo diecimuchoscasiveinte.

Luego he pensado que...

El día de mi cumpleaños perdí el quemador de incienso. La piel de árbol oscuro que habia mimado las cenizas de las barritas olorosas durante años, se quedó perdida en el césped aquel día de mayo. O eso o se lo comieron las palomas, que seguro que traman algo.

Hace una semana mi madre me trajo un ramo de madreselva. La madreselva huele a paseo de verano a la caída del sol. La madreselva es infatigable. Así que, a falta de incienso, perfumó mi cuarto hasta que sus pétalos aguantaron este calor. Lo hizo en el vasito/lechera/lamparitadecandil que me regalaron.

Hace unos días apareció un ramito de lavanda y romero. Está siguiendo el mismo camino que la madreselva. A mí la lavanda y el romero me recuerdan a paseíto por el carril bici por la tarde.

Pues bien. Si no fuera por las palomas que se comieron mi quemador de incienso ni por el ramo que capturó mi madre, no hubiera cambiado de "ambientador". Dos casualidades que me han llevado a un gran descubrimiento.

Así pasó: Persianas bajadas para que no me queme el sol... Ironías de la vida porque
estaba yo viendo una de vampiros -y de soledad-... y fué entonces cuando en mis pituitarias se descubrió el gran hallazgo...

Lavanda + romero + un par de días en agua + mi cuarto + verano con calor = el olor exacto de la canela.

Sí, si se mezclan lavanda y romero acaba oliendo exactamente igual que la canela, nunca se me hubiera ocurrido...

Grande.

P o r e n c i m a d e l a q u í m i c a:
l a c o t i d i a n e i d a d .

Thursday, June 18, 2009

La femme fatale que fume fatale




Perderse para encontrarse. Secuestrarse para rescatarse. Esas son las reglas del juego si eliges el camino complejo, el bonito. Dados sorpresa en cubiletes con los que te sueles tropezar, dados que tras ese tropiezo, doloroso o no, salen disparados del cubliete y te pueden llevar hacia cualquier casilla. No te lo esperas y zas, aparece algo, más efímero o más atemporal o menos pequeño o gigantemente ínfimo.

Roles. Un rol es una ficha. De pequeños nos enseñan a ser sólo personas normales, ni rastro de explicaciones sobre las fichas alternativas. Nos lo meten en el cerebro hasta que te pierdes en el vacío y a base de flotar en la nada te sorprendes con el hallazgo de tus propios colores. Que se van, y vienen, y se van...

Hablemos siempre, eso sí, de roles auténticos, no de mentira.

Hay gente que se dedica a los roles. A los planes B. A los colores. Son expertos en crearlos, en dar forma a alter egos, prolongaciones de su juego. Y no solo eso, sino que comparten las mil maneras que tiene un ser humano de sentirse lleno por dentro. De identificarse con lo que uno es. O con lo que uno no es, al menos de momento.

Unos escriben, otros filman, otros fotografían, otros comunican, otros ayudan, otros parecen invisibles al gran ojo -siendo estos tal vez los más importantes-, pero todos crean. Se entretienen y entretenienen. Dados, fichas, posiciones, movimiento, vida. Y mientras van construyendo.

¿La vida es juego
y los juegos
juegos son?




- ¿Está lloviendo o estoy soñando?
- ¡Probablemente las dos cosas!

Tuesday, June 16, 2009

Los ciclos rectos

- Hola doctor.

- Adelante.

- ¿Cómo lo ha sabido?

- ¿Saber el qué?

- Pues eso, que ese es mi problema, el adelante...

- Túmbese y cuénteme...



- Pues verá...

A veces me pregunto sobre la veracidad de los ciclos. Con la edad, la palabra "ciclo" se vuelve cada vez más compleja. Ya ni los años son capaces de acotarlos. ¿Ciclos?: Mejunje inmundo de inercia sin sentido, deriva expectante de nada.

Y al dudar de su veracidad me doy cuenta de su importancia. Sin cerrar la gestalt es imposible dibujar trayectorias, cerrar las vasijas que contendrán las vigas de los pasos.

Hasta hace unos años los cursos marcaban etapas. Cada curso, mi vida iba in-creccendo. De la primaria, a los "mayores" del instituto. De la ESO, a elegir un bachiller de ciencias o letras, en función del color que quisiera para mi futuro. Parecía estar a punto de ser adulta, lo notaba en las ganas, en la bóca del estómago. Quedaría lejos una adolescencia de bicho raro, de pensante descoordinada de su edad. Ya tenía licencia para ir más allá sin miedo. Un bachiller rico en filosofía, arte, música, historia y mundo que encajaba en mi cabeza con una mayoría de edad recién estrenada. En las yemas de mis dedos un año personal difícil y conseguir la nota para periodismo... un pestañeo después ya estaba entre mis manos.

4 años de carrera en la mole gris, frecuentando más la bilbioteca, la videoteca y la cama que las clases. Fermentar talante. Descubrir ventanas a mundos que siempre estuvieron dentro de mí, pero que ahora, oh sorpresa, existían en otros. Fascinarme ante la alteridad, ese espejo que nos diferencia y nos hace iguales a la vez. Enamorarme hasta las trancas tal y como había esperado todo ese tiempo que fuera la primera vez. Descubrir eso de ser una pieza fundamental entre todo este caos, tener claro que no podré cambiar el mundo pero sí que conseguiré abrir mundos interiores con la comunicación.

Último año de universidad. El mundo visto a través de periódicos, libros, documentales, películas y personas de colores. A través de mil enlaces de internet delante de los cuales las horas chorreaban sin parar, inundando mi memoria que luego, ahogada, no recordaría nada. Cerciorar, por fin, que el género no existe para mí. Y encontrar unas prácticas amarillas y azules, como la playa, donde jugar a capturar en el tiempo los sonidos de lo insólito. Viajar a ciudades donde viví en otras vidas. Saber que tengo que volver. Incluso allá donde aún no he ido.


Hace muchas líneas el círculo empezaba a convertirse en espiral, cada vez más abierta. Hasta ahí iba bien. Pero hace unas pocas líneas todo son varias rectas diferentes con alguna que otra curva. Puntos que caen y se quedan. Se pueden unir, pero no terminan de construir nada. Todo queda abierto, mal marcado, de pasada. Constante miel de labios a la que no estoy acostumbrada.

¿Y ahora qué?

Hoy, a diferencia del resto de mi vida, no existe ningun faro en todo este océano. Ninguna vocación. Ningun pálpito. Ninguna gana por encima de la media. Todo y nada en un suspiro. Todos ciclos por cerrar, incluso por existir, que hacen que se escape por su ranura cualquier tipo de sentido de pertenencia, presente ó futuro. Y los ciclos son demasiado auténticos como para forzarlos con un pincel inventado.

¿Sabe? Según voy hablando, he descubierto 3 cosas:

1. Tal vez es que si los ciclos no existen, nosotros tampoco.
2. Al ser humano le revienta no existir.
3. El coraje tal vez sea el motor inmóvil creador de espirales.


¿A revolverse pues? Tal vez rodando entre las sábanas consiga algún nudo que sujete todo esto. Tal vez dando vueltas la inercia dibuje espirales. Qué pena que el "tal vez" forme parte del equipo de los insípidos ciclos rectos que tan enferma me están poniendo...

- Tal vez, tal vez...

Sunday, June 07, 2009

El fantasma de la rumba

En una guitarra
la vida va luchando
entre el ring
que forman sus cuerdas
y mi historia va sonando
entre estribillos que recuerdas.
Así se crea el conflicto:
ganchos de memoria en Re,
derechazos sostenidos
de conversaciones inventadas,
cobardes sin bemoles.

Un acústico sentir se ensaña,
transforma la roja canela
en marecillos salinizados de pestañas,
cuerdas flojas a mi vera
cuyos nudos me despiertan y enmarañan.
Agridulces gotitas de desvarío
que ponen ritmo al panorama
siendo un punto suspensivo
entre líneas de pentagrama.

Friday, June 05, 2009

El pequeño salvaje

Aquella salamandra brujuleaba entre las piedras pensando a cada paso -o como quiera que se llame lo que dan las salamandras y lagartijas del mundo- cuál de todas las que construían la cala quemaría menos. El sol fulminaba sin miramientos a las rocas, las espachurraba con su fuego blanco y las convertía a todas en papel de plata desde la distancia.

A la distancia vamos pues, a través de la blanca luz de este día cualquiera, de un año cualquiera en una estación tan cualquiera como es el verano esparramándose en un punto más de los muchos que se pintan en los mapas de piratas. Observando desde la sombra de una higuera, el pequeño salvaje se dejaba hipnotizar por los brillos de plata que canturreaba el horizonte. Cuando el destello empezaba a emborronarse en su mirada y un sentimiento de desvanecerse le recorría el ombligo hasta llegar a la nuca, el pequeño salvaje cerraba los ojos y se concentraba en aquel olor dulzón, pero no por ello facilón, de los frutos que maduraban sobre su cabeza.

La narradora de esta historia aún no sabe a ciencia cierta si esto último, lo de los frutos que maduraban sobre su cabeza, era una metáfora o no.

Por eso la narradora, a sólo un palmo del folio, ergo de la salamandra, las rocas plateadas, el olor a higueras y el sonido del pequeño salvaje a la sombra, mordió la goma del lápicero para reflexionar al respecto. Nunca le gustó la textura que se te clava en las muelas cuando sin querer mordisqueas un poco de más y tus dientes van a parar al metal que sujeta la goma con el lápiz. Pero a veces, zas, se manifiesta sin remedio. Blando, pero duro, se clavan los piquitos de las muelas y se quedan atrapados durante unas décimas de segundo mientras se empapan en dentera. Ya sabemos por qué se llama "dentera"...

- Qué desagradable - pensó ella.

El pequeño salvaje abrió los ojos con un susto profundo. Había escuchado una voz, muy clara y contundente, de una mujer. Probablemente Dios fuera mujer. Le había mandado una señal. Disfrutar a la sombra de las cosas maduras era desagradable. No sabía a ciencia cierta si era una metáfora o no, pero esto al salvaje le sirvió como excusa perfecta para no dejar de ser jamás ese pequeño curioso indómito que brujuleaba entre la vida de este mundo, no para ver qué piedra quemaba menos, sino para encontrar qué persona de todas le quemaba más. Ese sería su camino.

El calor y la inesperada experiencia sorpresa de morder desagradables metales, zas, sin previo aviso: eso sería lo que le motivaría a ser lo que, con una marca en la frente, trajo al nacer... un pequeño salvaje. Sin ambigüedad.

Sunday, May 31, 2009

Quejido rasgado y summertime



Ahí vuelve, por el camino de piedras amarillas. Es el estado captaléptico que se tiene antes de que lleguen las palabras, cuando el cuerpo se ilumina con la impotencia del que no se mueve pero agita su vida con mil hechos que azotan su manera de estar en el mundo.

Ahí vuelve, a llenarse por las esquinas el cuaderno de loca de mi bolso, de mi mesa nocturna. Por cada luna que pasa su grosor preocupa más a la tinta del boli rojo, que patina a oscuras entre cuadrículas azules que se convierten en el único abrazo para sentimientos que no quieren ser compartidos porque son vulnerables, lisiados de una batalla gran perdida: sin pies, ni cabeza.

Es verano, lo dice este olor. Vuelve a ser verano y lo hace por el mismo camino de piedras amarillas, acompañando al estado cataléptico que se tiene antes de que lleguen las palabras.

No lo puedo evitar y es que el sol se me pega a los recuerdos y me pongo morena de nostalgias. El tiempo se gasta pero tu césped no decrece y va inundando de comparaciones a mis paseos solitarios por las aceras de Madrid. Parece que aparecerás en cualquier momento, como si no hubiera pasado nada, como si todo hubiera sido una broma tonta o un regalo del destino para apreciar las cosas especiales que nos encontramos por el camino. Las cosas sencillas pero grandiosas que a los demás no parecen clavárseles tan adentro, tan perpendiculares al núcleo del sentido de la vida.

Dos vidas tan diferentes, pero a la vez tan iguales que no pueden estar programadas sino para crear una historia singular.

El mi imaginario las canciones aún echan el ancla en las frases que leídas entre líneas resumen el significado de la profundidad que busco en mi camino. Tarareo las cosas que podría gritar por las aceras sobre las mil maneras en que podría masticarte por dentro y por fuera sin dejarte ni un suspiro.

Tan voraz es el verano como el dilema de romper la cárcel cuadriculada de mis palabras, que de escaparse irían directas a la mala vida. Claro que, las sublevaciones al orden preestablecido a veces son tan sugerentes, que hasta incluso yo, princesa de la diplomacia, me haría fugitiva de camino a un barranco sin final si compartiera ese coche sin frenos contigo, eso sí, sólo con los altavoces palpitando la música sin piedad acústica.

Cataléptica yo, que voy de romántica. Cobarde tú, que vas de bala perdida. Cambiémonos los roles, que es tiempo de verano, y dejemos de engañarnos, que a mí me va la marcha y a tí que te quieran. Y el mundo por montera que se muera de envidia de camino a nuestro precipicio...

Tuesday, May 12, 2009

El viaje de Antony



Una vez en otro mundo
un extraño hombre grande
sentado al piano de cola
frente al Ser Mujer
me habló de la imaginación,
me construyó con haces de luz
disolviéndose entre las sombras.

Creó realidades.
Penduleando su cabeza de manera minimalista e incierta
convirtió la boca de mi estómago
en una compungida experiencia
de delicada melancolía,
de feroz felicidad.

Creador. Ya casi creadora.
El que me hizo llorar de sonrisa.
El que me desgastó los 22
con el mejor uso que le pudo dar
a mi sentimiento de existencia.
Fui
Parte
De
Su
Viaje

Friday, May 01, 2009

Conclusiones miopes en el césped

Mis ojos sin gafas son

salvajes libres
picajosos descabezados

pluriculturales descarados burjos desenfadados


batidoras
inconscientes creativos

ensoñadores innamoratos descabellados (de pestañas)
evocadora e invocadoramente intuitivos
automáticos humanistas

Sobre ese cuaderno callejero que habita en mi bolso y aguanta mis arrebatos de miopía lírica, mi ojos opinan que tienes los pies a colores y que son preciosos al sol, sin el surrealismo textil de tus zapatos vistiendo este césped mío de primeras primaveras.

Monday, April 27, 2009

Por los que madrugan ya sensibles


Por las mañanas podré morir de sueño
¡pero jamás lo hare de realidad!
-Manifiesto poulainista, cap 1.-

Thursday, April 23, 2009

Verde y Rojo II


Es como cuando los conceptos son abrumados por las ideas. Esa misma sensación en la boca del estómago que se tiene cuando no entiendes, pero sientes. No tiene sentido, pero sientes. Cambios, ironías.

Has cambiado la mirada. Casualidades de la vida ya no es verde preciosa, de hipnotizante hoguera de jade, sino roja mágnetica, imanes de azúcar rojo, como los hilos de tus ideas que consiguen traspasar tu cabeza. Una vez más el hilo rojo es una señal para mí, de esas que son las únicas a las que hago caso para seguir en mi camino. El hilo rojo. Tú, incluso lo traes de serie y se ve desde lejos, desde muy lejos. Se te reconoce, o yo al menos así lo hice desde el primer segundo. Tu mirada es roja, como las tapas de tu libro. E incluso ambos, conceptualmente hablan de los ideales, de lo absoluto o de los que otros, más humildes, prefieren llamar simplemente alma.

Has cambiado mi situación, mi sensación. De lo imposible a lo inexistente. Del "día a día" al "hasta siempre". De la realidad a la idea. Y es que creo que en mi historia, siempre vivirás en el mundo de Platon.

Sunday, March 29, 2009

Rojo y verde


Toda la fuerza huyó por su boca en un descuido,
tan lanzada hacia ninguna parte
que en su abrumadora marcha prelabial
erosionaba el filo entre sus dientes
dejándole una inquietante sonrisa afilada,

de triste carnívora con necesidad de carne roja
y un tremendo sentimiento de culpa
que no le dejaba remontar todo aquel pasado estado
de verde ligereza vegetal
de verde esperanza.

Rojo y verde
siempre fueron
colores contrarios
en abierta guerra cromática
en disimulada baltalla conceptual.

Monday, February 23, 2009

Media Luna de Oriente

Desde ese lado del césped ella admiraba sus movimientos. Llevaba horas mareando al sol con su tez pálida, expectante de una primavera que estallara en su cara, de una primera flor que saliera en llamas de la rama para iluminar su mente. Desde ese lado donde el sol se despide de la Plaza de Oriente, su espera dibujaba la forma humana en una acción concreta. Así fue como se enamoró de lo abstracto, justo de todo aquello que no podía ni tocar, ni expresar, ni explicar, de todo lo que no existe para ser amado.

Se enamoró de la posición de aquel cuerpo inexistente, flotando entre la masa uniforme, como fuera de tiempo, fuera de lugar. De su mirada infinita hacia el frente, hacia arriba. De cómo observaba la vida pasar. La chica del cesped empezó a sentir nostalgia de lo que nunca había vivido, como decía aquella película de princesas de saldo y esquina.

El tiempó se despidió, segundo tras segundo, en un trasiego incesante de minutos. El sol se cayó y del porrazo contra el universo que se dio, saltó la luna y salió disparada hacia arriba, en lo alto de la noche. Y ahí seguía ese algo inexistente que le embelesaba. Con perspectiva nocturna observó qué era lo que le llamaba la atención de ese extraño o extraña -extrañE- del que se había enamorado.

Las pinzas. Eran las pinzas plateadas con las que amarraba cualquier detalle, por pequeño que fuera, para no dejarlo escapar, para observarlo insulflando teorías propias a golpe de ideas, disfrutándolo con la expectación de lo irrepetible, del vibrar de la vida. Era utilizar ese artilugio de plata blanca como una varita mágica de hacer las cosas importantes. El hecho de acabar creyéndoselo hasta lo más profundo de su ser. Ese fué el destello inconfundible que despertó la atención de la chica del césped.

Las convicciones, la certeza, la creación, el fuego de su rebeldía. Esa era la causa que le llevó a ella a hacerse también con unas pinzas para observar al abstractE. Entonces la luna, fulminada de sueño, cayó al horizonte y del golpe que se dió la tierra, todo tembló, las pinzas se cayeron al césped de la Plaza de Oriente y su amor verdadero se perdió para siempre.

Friday, February 06, 2009

Collar ajustado de bolitas de horas bibliotecarias

Día interior. Biblioteca en Lavapies. Silencio sepulcral omitiendo los pensamientos y las canciones del subconsciente recurrente. Primer plano de 25 folios de densas letras de apuntes. Por las 2 caras. 5'30 de la tarde. Viernes desorientado, mucho. Chica con jersey de cuello alto color profundo Triki, el monstruo de las galletas. Acción.

Mirada raptada. Se la llevó el cristal en un descuido de iris abstraído entre los cielos azul con nubes de cachimba reflejados en los cetrinos cristales del Teatro Valle Inclán. Se restriegan los pompones de particulas de oxígeno e hidrógeno, se recrean por el mapa de su pared teatral, como intentando agarrarse. Parece que quieran ver la obra o tal vez solo quedarse cerquita de el paraguas con piernas de mujer ataconados entre rojas perspectivas. La absorta mirada apátrida se rinde ante los pies de todas esas palomas que sobrevuelan el paisaje, de marco a marco, el de esta ventana que aunque cerrada, me permite por un instante

r e s p i r a r .

Sunday, January 11, 2009

Y me miro en el espejo despacito




Pues eso. Búscome, pequeña y valiente. Desde más allá de mi punto de partida. Sin más que un pequeño planeta y mi rosa.

Hay tanto que decir que al final, por falta de aire, no existe más. Instantes auténticos que se pierden porque no los capta nadie mas que alguien que no se encuentra, que los ve, los siente, se difuminan y se van. Memorias de loco aislado. Y hablas sin saber lo que dices, porque estas acostumbrada a hablar igual que eres, y lo que eres ahora se desliza por la superficie de alguna atracción metálica que no dura mas de 40 segundos, una y otra vez. Eres todo, puedes serlo todo porque lo alcanzas, y no eres nada. Todas las vigas que hacian crecer hacia arriba a tus andamios creativos se han suicidado elgiendo el papel de actores secundarios en plena huelga de guionistas. Hoy, tu protagonista es este agarre pequeño, mañana será aquel efímero y pasado solo necesitarás poder dejar de tener que agarrarte por unos instantes, no caerte si te sueltas. Volver a tener todo tan claro como un cuadro en blanco a punto de ser provocado por mil pinceles suaves que dejarán la impronta de un ser a compartir irrevocablemente auténtico.

Raquíticos nuevos ciclos se dibujan mientras corre el reloj de arena en círculos, hacia ninguna parte. Es un hecho certero que la nieve se deshace y el sol se dispara, pero el muy canalla jamás te alcanza nunca con su bala amarilla. Balas amarillas. Hay fibras, como esas balas amarillas, que un dia cualquiera, sin que te lo esperes, te alcanzan, se meten en tu cuerpo y te buscan por los recobecos que tenemos dentro, no paran hasta encontrarte y una vez frente a tu mirada, te apresan en un instante. Son las que te recuerdan dónde estás, quién eres, lo que llevas por dentro. Las que te encuentran cuando te buscas perdida. Son las líneas que te delimitan para que, por fin, empieces a Existir. Para que no se escape el aire más y desaparezca. Para que sepas que no estas loco, que no son cosas tuyas y que los instantes auténticos, son de verdad.

Friday, January 09, 2009

La caja que atrapa voces en el tiempo. Capítulo 1

- Madrid con azúcar Glass-

Hoy mi nieve empezó aquí, en el mismo lugar donde planearon en barrena hacia arriba todas las ideas que me rondan desde verano. Tras esta azotea existe una fábrica de sonidos, los cuales cocinamos mientras que su olor se impregna por toda España y procura alimentar a la par que deleitar con las mil peripecias que los colores de la realidad puedan combinar, puedan emocionar. Es bonito. Y tengo la suerte de trabajar ahí.

Allí pasan mil cosas en un tiempo limitado, gillotina que es su principal arma y a su vez el eterno doble filo. Voces imposibles de captar. Impregnadas de un subjetivismo demasiado íntimo como para arrojar al mundo.

Un ejemplo. Tal vez sólo sean cosas mías, pero hoy sin ir mas lejos, en Madrid ha empezado a nevar al final de unas escaleras que subían al cielo - aunque simplemente informamos de que estaba nevando mucho-. Mientras los copos se abrazaban bailando un vals

entre sus semejantes voladores, en la azotea que se desenmascara en la foto, me han venido a la memoria 3 voces que habían aparecido dentro de la cajaatrapavoceseneltiempo esa misma mañana. Los 3 eran pastores. Uno era culto, otro entrañable y un tercero campechano. La vista me chivaba que Madrid se esparramaba en atascos, indignaciones, impotencias, agonizaba su velocidad frenéticamente cuadriculada y gris. Mientras veía esto, esas voces me contaban que sus ovejas, días antes de que nieve, simplemente comen más, porque genéticamente sabias de la vida, saben lo que se les viene encima. Esas 3 voces viven en un campo que como parte de su naturalidad, muchos inviernos amanece con perlas de agua cristalizada. Ellos hacen su vida, igual de rutinaria que siempre, igual de simple, ergo igual de plena. Y ante mis ojos, la preciosa señorita Madrid con su minifalda, ahí, retorciéndose de vacío, de frío. Una cámara nueva es testigo de voces y vistas que conviven a la vez. Son parte de lo mismo. Pero a veces, cuando mi lado social se toma un respiro, me pregunto cuál de las 2 es la real. Porque tales esquizofrenias vitales, al igual que los sueños, parecen imposibles. Pero se cumplen.