Tuesday, October 26, 2010

intentarlo en los márgenes



ayer, dos años intocables cayeron sobre mí,
una pila de papeles sin clasificar
de todos los colores e intenciones.

fue sin querer, escurrieron de lo alto del armario
adelantando un encuentro pendiente
por el bien del orden de mis recuerdos.

he encontrado desgastada la entrada de la rosenvinge
del concierto donde estuvimos juntas a menos de 2 metros
sin conocernos, como nos pasaría en la linea 5 del metro.

mil programaciones intactas de la filmoteca, del círculo
de la casa encendida, del ciclo de turno,
más conciertos y mapas trillados de otras muchas ciudades...

papeles con los que no sé qué hacer,
como un certificado de estudiante de bellas artes a mi nombre
de la universitá degli studi roma tré, en la que nunca cursé.

o una carta jamás enviada a pedro, mi profesor de filosofía,
diciéndole que tantos años después sigo habitando
en todos esos aforismos y perspectivas que nos enseñó.

y detalles que olvidé, olvidándome por sorpresa de mí:
guiones rara avis locutados con letra ultrapequeña
enemiga del arial 14 para no talar demasidado,

detalles minúsuclos trabajados a traves de horas mayúsculas,
y constantes frases en los márgenes,
al márgen de lo sucedido.

también obsesivos mapas de tiempo que me recuerdan que,
aunque sin éxito, lo intenté hacer lo mejor posible,
para no perderme por el camino
entre tanto caos bienintencionado.

3 comments:

Carmen said...

sí. estuvimos allí.

cerca de la chica que se mareó, escuchando la historia de aquella otra chica que le pidió a christina en nuñez de balboa que cantara la de glue.

,)

Carol Blenk said...

Qué bonitos recuerdos, ¿no?
Yo lo guardaba todo, absolutamente todo, hasta que llegué a los treinta (creo). Después, decidí no conservar nada material. No sé, creo fue una buena decisión...

Lo mejor, al final, es escribirlo todo :)

begusa said...

yo tiré todos los papeles para no seguir dibujando corazones en los márgenes que, egoísta de ti, no quisiste darme o que, cobarde de mí, no me atreví a pedir
y entro a los baños siempre acelerada para no darle margen a los recuerdos, ni a tu larga melena... negrísima...