Entre telas de alógeno cosidas con puntadas de plástico, uniforme amarrado a su ser de lunes a viernes, cerró los ojos para perderse en el tiempo.
Y allí estaba: la ventana del avión, con nubes de suelo glaciar ártico, barrancos de aire, atardeceres donde es el sol que el que te tiene vértigo porque le parece increíble que mientras que tú despegas hacia el infinito con tu avión aparezcan en las ventanillas escarchas con forma de brillo de estrella.
Abrió los ojos en su oficina, era irremediable. Pero la boca le sabía a hielo de destello de estrella y nadie a su alrededor podía sospecharlo.
2 comments:
hay posibilidad de perderse en el tiempo con los ojos abiertos?
o es que, sencillamente, sabe más rica la escarcha de estrellas si los cierras?
y una última pregunta:
el hielo de destello de estrella fugaz es algo parecido a un peta-zetas galáctico?
los buenos sueños siempre dejan buen sabor de boca
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