Tuesday, January 15, 2008

Gestalt, el Insomnio, tú y el paralilepipédo blandito

Madrugada del 7 de enero, a 10 horas de recogerte del Aeropuerto.
Qué ganas de verte, Hueco de mi Espacio. Ando esperando por las noches, charlando con mi compañero el Insomnio. Por las noches largas nos gusta andar hablando de tí ¿sabes?. Pero no te vayas tú a pensar que eres el centro de mi mundo, nonono, tu sitio está en la mitad, que no es lo mismo. Pues eso, como te iba comentando ando aquí con Insomnio recordando viejas historias de geometría humana. Círculos, triángulos, ya sabes. Dice el Insomnio que debería de centrarme ya un poco en dormirme, pero cuando pienso en la suerte que tengo de recoger rectángulos (maletas) junto a tí en el aeropuerto un par de veces al año que te me escapas, después de tanto delirio insomne de acumulación de ganas, se me pone la sonrisa semiesférica y es por todos sabido que cuando se tiene una sonrisa semiesférica es muy difícil conciliar el sueño plano (es girarte un poco y ya te chocas contra la almohada rectangular). Después del aeropuerto, con el gran rectángulo con cilindros (maleta con ruedas) llegamos al cuadrado de tu bloque, de pasillo rectangular, como los peldaños que llevan a tu puerta, que son tan originales como tú (a veces se suben de uno en uno y luego de dos en dos, dependiendo del día). Luego entramos en el cuadrado de tu casa. Nos metemos en el cuadrado de tu habitación que por cierto es un poco rombo (unos tres). Cuadramos la escena con el rectángulo central donde siempre acabamos. Qué gracia, al final resulta que todos los círculos y triángulos estaban ahí escondidos, en la cama. Y cuantos más buscas más encuentras, parecen no acabarse los pequeños círculos (poros) de tu piel. Incluso entre ellos puedo jugar a hacer constelaciones con formas de triángulo. Sí, en ese gran paralilepípedo blandito de tu habitación cuadramos cualquier escena.



Y el delirio de madrugada junto mi colega Insomnio aun me sigue sabiendo a tí porque aunque no me puedo dormir, el sueño hace mella y se me esta empezando a ir la cabeza por otros derroteros y a poner en marcha conexiones neuronales espontáneas, subconscientales si es que esa palabra existe, y, tachán, magia, ya sé que pinta el capítulo "el sex(t)o cuadrante" en el libro de la Inmortalidad de Kundera, ese que siempre he dicho que sobraba en el libro, que desentona, que era un pegote (ó esfera).


A todo esto, ya que me he perdido del todo y a estas horas nada importa el sentido de la coherencia... me pregunto... si Gestalt también tenía una novia de Ibiza...


1 comment:

elena said...

Mmmmmmm estrellitas de geometría y formas y más formas entre las sábanas de su recuerdo...