Monday, March 31, 2008

La sonrisa de África

África tiene nombre de mujer valiente. De embergadura que retumba en la piel de mi tambor interno, atrincherado entre las costillas de mi lado izquierdo. Me retumba en el lugar que me recuerda que aún sigo viva. África me impresiona porque es de un color tierra y negro. Pero me sorprende con ciertos verdes, me envuelve en mil telas de colores y me decepciona por estar salpicada, siempre salpicada, de ese impenetrable rojo que marca la historia de los hombres.

África me tiene enamorada y me asusta a su vez. Pienso en ella cuando menos me lo espero. A veces tengo teorías, esas mismas teorías que sólo las personas enamoradas pueden llegar a descubrir inmersas en detalles aparentemente tontos que se convierten en el motor inmóvil que causa el efecto de las cosas complejas. Como por ejemplo su sonrisa. Una sonrisa blanca, brillante, destelladora de los más opacos ojos. La piel de África, su tacto hecho materia, es negro precisamente por estar subordinada a su sonrisa. Dicen los científicos que el color de su piel se debe a la evolución y la adaptación de la especie a la exposición constante ante el Dios Sol. Y digo yo, como enamorada pseudoantropóloga, farsante de conocimientos en pos de los sentimientos, que la finalidad de su tono de piel no es otra que enmarcar esas sonrisas africanas que simplifican, de un gesto, la aspiración de los seres humanos: ser felices con lo que tenemos. Sea lo que sea, aunque ni sea, como es el caso de muchos en este continente.


Un hombre mayor cojo, en la calle que se dibuja a través de mi ventana, acaba de lanzar una piedra contra un árbol. Del árbol han salido disparadas dos palomas, que han cruzado su vuelo en direcciones opuestas a 4 metros de mi cara. Ya no recuerdo por dónde iba escribiendo, qué era lo siguiente que quería decir. Y al hacer memoria, friccionando neuronas ha caído un serrín con forma de horizonte en mis ojos. Y como enamorada, elevo ligeramente los dos extremos de esa línea horizontal, que ahora se curva hacia arriba. Es África, que ha vuelto a sonreir.

8 comments:

Pau Llanes said...

Hay muchas Áfricas no obstante... ¿o es tu África de la cual hablas y le pones a todas su sonrisa? No es la misma África la de Namibia que la de Senegal, ni Camerún la de Angola, ni Madagascar es Sudáfrica... y ya no te digo los que esas Áfricas nada tienen que ver con Marruecos o Egipto o Tunez... O Áfrca verde con África desierto... No sé... fue un impulso decírtelo...

Pau Llanes said...

Hay muchas Áfricas no obstante... ¿o es tu África de la cual hablas y le pones a todas su sonrisa? No es la misma África la de Namibia que la de Senegal, ni Camerún la de Angola, ni Madagascar es Sudáfrica... y ya no te digo los que esas Áfricas nada tienen que ver con Marruecos o Egipto o Tunez... O Áfrca verde con África desierto... No sé... fue un impulso decírtelo...

Pau Llanes said...

Me hubiera gustado contestarte a tus insultos a través de tu correo personal, pero a falta de él vengo otra vez a escribirte corto aquí... Primero: pese a que me has insultado y con intención (creo que sin motivo por mi parte; tu verás tus propios motivos) no lo haré yo, que no tengo ese talante ni en mi vida personal ni en las literaturas que escribo en mi Blog... me repugna el insulto como acto volento que es, da igual si es con armas a cuerpo limpio o con palabras... Y más cuando los insultos son gratuitos, por nada, por el carácter de quien insulta o por su ideología fanática e intolerante... No entiendo como puedes recomendar un libro del dalai Lama si no has entendido un ápice de lo que defiende en él y con su ejemplo personal...
Cuando en mi anterior comentario (que salió repetido sin saber y no pienso que ése haya sido el motivo de tu enojo) te decía que hay muchas Áfricas te lo decía con conocimiento... No sé qué conoces de ese continente y en cuántas "Áfricas" has estado que no hayan sido a través de National Geographic... Yo te hablo de lo que conozco: y hay muchas Áfricas, y se diferencian más que se parecen... y no todas son negras, también las hay blancas, mestizas y mediterráneas... y cada una tiene su cultura, sus manias y sus fobias, sus virtudes y sus sueños particulares... Acaso lo único que tienen en común es que están al sur del sur de la "soñada Europa" y que son una especie de Parque temático y territorio safari para turistas amantes de las sensaciones fuertes (aunque edulcoradas y bajo protección) y neo-hippies a la búsqueda de la fuente del paraiso terrenal y a alimentarse (es un decir) de su original cultura... que al final no es más que un fast food incomestible que nada tiene que ver con la realidad... A mí no me lo vengas a decir con esa violencia y altanería... porque yo sí que he estado y no como turista ni neo-hippie... y sí en campos de trabajo, en ayuda comunitaria, acompañando a una hermana mía que ya murió a adoptar a una niña medio ciega en Angola... y viviendo temporadas en Marruecos donde tengo una casa que es sobre todo "la maison des amies"... Así que lo único que pienso es que insultándome insultas a quienes pensamos como yo... que menos romanticismo y poses progres y más a ayudar de verdad y con las manos sucias... Reducir África a esa imagen "unitaria y simbólica" es reducir su problema a una cuestión estética... Y no es ése, por supuesto, su problema... Además, si sobre en algo en esas Áfricas es violencia, como la tuya y mucho más terrible por supuesto... sobra intransigencia, fanatismo, complejos de "inmaculada pureza" de blanco... Pero lo que siempre he encontrado, eso sí en toda África, es respeto, mucho respeto al otro que no se conoce... Digo respeto, no miedo... El respeto de gente que aunque no tiene nada o muy poco comparten todo con el extraño, con el que les visita con buena intención y viene a conocerles, a parenderles, a valorar sus cosas, a respetarles tan bien... Eso lo aprendí de mis mayores, de mi familia, y lo recuerdo siempre como algo esencial en África...
No hace falta que me contestes porque este texto no lo he escrito para polemizar contigo... Sólo creo que merecías leerlo para que entendieras que me has agredido sin provocación por mi parte... y que yo siempre he venido a tu "casa" a leerte, a disfrutar de tu lectura, con entusiasmo, como todo lo hago en la vida... con respeto, siempre con respeto... incluso admiración... Saludos... Pau Llanes

Pau Llanes said...

Ah, por cierto, se me olvidaba... Esa niña que por fin pudo adoptar mi hermana antes de morir es ahora mi sobrina y la quiero como una hija... se llama Betriz, como dices llamarte tú... Sólo es una coincidencia, nada más... Ya no te molesto más... ni ocuparé tu tiempo más...

Beatrize Poulain said...

Vaya susto que me he llevado con lo del "insultar", no entendía nada. Y ahora creo entender que te refieres con insulto a lo que he escrito, para aclarar las cosas que aclaras. Eso espero, porque si no es así, no sé de qué me estas hablando porque jamás he insultado a nadie, no es mi estilo.

"Reducir África a esa imagen "unitaria y simbólica" es reducir su problema a una cuestión estética..."

Vaaaaaale, lo siento. No pretendía eso, de hecho, aunque DE MOMENTO no he estado in situ ergo no tengo ni puta idea de nada, me preocupo por leer desde la distancia cosas sobre ella y sus problemas y de ir a conferencias y charlas de gente que sí que ha estado allí trabajando, a nivel voluntario y profesional.

Aún así creo que, yo desde el sentimiento literario y tu desde el pragmático, decimos exactamente lo mismo.

Que África es marrón, negra y verde (tanto por las selvas como por la esperanza). Y que está teñida del puto rojo, lacra de nuestra especie, violadora constante de nuestros propios derechos. Pero que a su vez, entre guerras, miseria (la pobreza es mísera, porque míseros somos los que la permitimos)y las complejidades de sus relaciones interpersonales (que medioconozco porque no es precisamente el National Geographic lo que leo sobre África) aparece siempre, vea el documental que vea, lea lo que lea, escuche a quien escuche, una especie de sonrisa, a veces en la cara, a veces en el horizonte. Y eso, es lo que me parece precioso y admirable. E indiscutible (que no generalizable, claro).

No he ido a África porque tengo 21 años y no trabajo, así que no soy independiente para según qué decisiones. Pero he estado de voluntaria en apoyo escolar en un centro de menores con niñas inmigrantes. Habia 2 africanas, una rumana, una marroquí, una española y una india. Y jamás he escuchado unas carcajadas como las de los africanos. Son diferentes, tienen algo. Es muy subjetivo, pero esque solo soy un sujeto, no doy para más.

Respecto al Dalai Lama... no soy budista. Ni me parece bien idealizar su figura, porque es solo una cara de la moneda (Los Lamas del Tibet eran como señores feudales de la edad media, con esclavos y esas cosas que no me hacen gracia, aunque este es un tema muy largo y complejo y que conste que tampoco estoy de acuerdo con la ocupación China). Simplemente me siento identificada con la idea de que todo está conectado y tenemos la responsabilidad de ser lo menos malos posibles, por el bien de Todo. Además, la idea de comparar el budismo con la física me parece, cuanto menos, enriquecedor. Y que da gusto leerlo, vamos.


Así que creo que no debes de sentirte ofendido a ningún nivel. En esta respuesta rápida, porque no tengo tiempo (el tiempo libre para mí es un lujazo (soy idiota y no paro)), no enmarco, que sé que no lo hago, todo lo que pienso al respecto, te tendrás que fiar de mí. Porque es un tema muy complejo, de muchas horas de charla y del que, por muy experto que seas, como nos dijo la Coordinadora de Estudios Africanos de la Universidad Autónoma, es todo tan complejo, que es imposible aproximarse a la situacion real de todo el continente.

Me gusta polemizar para discutir, de hecho ME ENCANTA (lo sabe muy bien la gente que me conoce) y más si es con alguien que sabe de los temas, para aprender. Pero no me gusta el tono hostil usado arriba (aunque te agradezco el respeto), supongo que habrá sido un malentendido. Ah, y ninguna persona con buenas intenciones me molesta, ni soy una princesita para que se disculpen por usar mi tiempo. Eso si que no me gusta nada de nada, así que nunca más :P

Y por último cierro diciendo que si empecé a estudiar periodismo era para cambiar el mundo (en la minimedida que dependa de mí). Eso se hace desde el continuo aprendizaje de lo objetivo, desde la crítica a todo mediante la pseudoindependencia (digo pseudo porque como escribo arriba todo está conectado y no podemos evitar ser influidos por lo que nos rodea), y desde el motor inmóvil de la utopía subjetiva que te hace potenciar lo mejor de tí para aportar tu pequeño granito de arena en este mundo feo.

Mi utopía subjetiva está basada en todo eso y lo estará, ojalá, hasta que me muera. Irrebatiblemente.

lapaupachica said...

hola beatrize africana. no sé si uno se debe meter en conversación ajena, pero no pude evitar leer el post y el ping pong de comentarios, imposible en este voyeurismo-compartir-develar(nos) que es esto de los blogs. creo que el "problema" de tu post es que podría ser "áfrica" como podría ser "helado" como podría ser cualquier cosa que nos placiese y arrancara sonrisas en un momento. has saltado de la emoción total a ponerle un nombre específico. como cuando hace años escribí un texto que se llamaba "el miedo" y hacía referencia a un amante con el que tuve muy duras experiencias. al final, me lo dijo mi novio de turno, eso no es "el miedo" esa cosa tan grande y enorme y múltiple sino el nombre de tu ex... me dejó caer de un sentón a notar que a veces cuando queremos abarcarlo todo nos estamos quedando solo en nosotros mismos. te escribo con cariño, me encanta tu blog y su nombre. visítame si te provoca

Beatrize Poulain said...

Hola Lapaupachica! Esto no es ajeno, es compartido.

Sí, va de la emoción al nombre específico. Pero esque no lo puedo evitar, no sé expresarme de otra manera. Es mi código de existencia. Quiero abarcarlo todo, pero como solo soy una persona, me quedo en mi propia existencia. En el fondo es lo que hace de cada ser humano alguien especial.

La subjetividad de lo común es la diferencia entre estar vivo y vivir :)

PD: también tengo que hablar sobre India... ella no es una sonrisa, es una mirada. Pero otro día escribiré sobre eso... desde mi aplastante y humildemente ridícula subjetividad.

Raúl Mira Reyes said...

A mi me parece un buen escrito, y metaforizar Africa en la sonrisa de un niño un bonito recurso. Desconozco que tipos de insultos provocan vuestra disputa, sin embargo creo que África se puede ver de las múltiples maneras que transmite, desde la diversidad cultural y de color y desde la unidad que proyecta su subdesarrollo y sus energías por superarlo o por la unidad imperialista occidental presente en la mayoría de planes de desarrollo. Da igual, sólo son interpretaciones diferentes, ninguna más verdadera o falsa que la otra. Sin embargo, no creo que sea menester vilipendiar la poesía sólo por el desconocimiento de una realidad que ofrece múltiples interpretaciones. Espero que pronto puedas estar en ese apasionante continente y tu visión no pierda fuerza, pues los contrastes, la verdad, son muy fuertes e impactantes.