Wednesday, December 23, 2009
Dieta Mediterránea
bebo poesía
y como prosa.
Estoy líquida, en una tinta constante,
acolchada de papeles transparentes
y de estimulantes colores palpables.
Y de pronto, todas mis ganas creativas
se solidifican convirtiéndose
en cuerpo de persona.
A través de la ficción me doy cuenta
de las grandes posibilidades
que pueden deambular libres por la realidad.
Me alimento de literatura:
sedienta de poesía
mientras mastico prosa.
Saturday, December 19, 2009
abrazos amarillos y blancos
Pienso desde un resquicio de tiempo y espacio con forma de bus de vuelta a casa, que tal vez esos rayos de sol no son más que la estrella mas grande de nuestro sistema, la que nos da la vida, desperezándose y estirando sus brazos amarillos y blancos, erizados de luz, para comenzar bien un nuevo día.

Wednesday, December 09, 2009
El sabor de las gotas de sol líquido
sobre mi lengua
bajo un cielo anaranjado.
Pero no apaga mi sed
sino como buena estrella
la enciende con luz acuosa.
Atrapados de un mordisco
en el horizonte de rayo verde
esperan cielo y tiempo.
Por favor, póngame un vaso
de luna con hielo
que hoy no tengo sueño
ni necesito descansar.
Sunday, November 29, 2009
creo en garabatos
Thursday, October 29, 2009
Imágenes de chicle
y burbujas de tinta.
Instantáneas de instantes
en distantes palabras foráneas,
Es difícil una idea
para unos pies de suelo
Monday, September 14, 2009
En el párking donde los pájaros repostan
Tuesday, September 08, 2009
Malabares con rocío
El césped escuchó esta frase de la boca de un par de humanos tumbados hace mucho tiempo, ya casi la había olvidado por completo. Aquel día debía de estar a punto de amanecer, porque recuerda que le pilló desprevenido jugando a los malabares con algunas gotas de rocío. Ahora hacía equilibrios con las gotitas de agua, tal vez por eso se ha vuelto a acordar. Memoria asociativa.
Un segundo después, el césped se ha quedado perplejo, paralizado, mirando al horizonte neonato. Se le han caído todas las gotas de rocío al suelo de golpe. La frase le ha vuelto a pillar desprevenido.
Con tantas gotas de agua de golpe a esas horas tan tempranas, la nuca de la Tierra pegó un escalofrío. Se le pusieron todos los céspedes de punta.

Wednesday, September 02, 2009
Bisagras que suenan a bostezo
Sunday, August 30, 2009
Monumento al azúcar

Friday, August 28, 2009
Coordenadas descartesianas

Friday, July 31, 2009
Yonki salina

Wednesday, July 29, 2009
El butoh mudo parló
La historia de las constelaciones sería contada como un cuento y claro, todos los niños de 5 años de Madrid nos quitaron las entradas. Los planes B últimamente me pringan de azúcar hasta los codos. La "b" tiene que venir seguramente de palabras como "bien", "biombo", "brinco", "bebé", "beber", "bocanada", "básico", "bien", "brillo", "baile", "biblio", "bonito" y sobre todo "búsqueda".
El motor de la curiosidad.
Le di dos besos y a la salida de la fimoteca la boca me sabía a su perfume y a su maquillaje como si me la hubiera comido, no se por qué las cantantes de ópera y la gente fina se embadurna tanto de cosas que huelen tan bien...
Tuesday, July 21, 2009
Escarcha de estrella en la boca
Y allí estaba: la ventana del avión, con nubes de suelo glaciar ártico, barrancos de aire, atardeceres donde es el sol que el que te tiene vértigo porque le parece increíble que mientras que tú despegas hacia el infinito con tu avión aparezcan en las ventanillas escarchas con forma de brillo de estrella.
Abrió los ojos en su oficina, era irremediable. Pero la boca le sabía a hielo de destello de estrella y nadie a su alrededor podía sospecharlo.
Tuesday, July 14, 2009
Hundirse hacia arriba es volar
Eso pensó cuando meses después volvió a escuchar aquella canción. Mucho antes de que tuviera un sentido, ya se sabía la letra. La había escuchado cien veces y su imaginario empezó a tocarla de manera automática sólo mientras la conocía a ella. Ese proceso sin prisa, pero sin pausa, que va desde que aparece un contexto hasta que lo haces tuyo. Así apareció ella y junto con ella la intensidad de la canción iba subiendo.
"Empezaba tranquila, casi susurrante, titilante, pero con una vibración que pronto se convertiría en movimiento encadenado. La letra iba contando proyecciones de las ganas. [0'45"] Cuando el corazón asincopado ya estaba disparado, se desarmaba y suplicaba un desarme conjunto. [1'05"] Los cobardes no se dejan llevar, son incapaces de ahogarse en el otro, pero su mirada le disparaba rojos valientes y contundentes, como los rasgados de un violín. [1'22"] Cuando todo echó a volar dibujando las curvas de la intensidad de un violonchelo -a eso de la hora- la necesidad de ahogarse de manera par, en lugar de ser un gesto descendente, se convirtió en gesto ascendente, como volar. Todo cambió su significado. [2'17"] El mundo al revés de un revés, hasta los faros se desvanecen de lo alto que van en su encuentro y entonces, al final... todo, todo estalla. [3'16"] Letras, súplicas, ganas, violines rojos, baterías asincopadas, pianos tímidos, vibrantes, rítmicos, impulsos impulsadores de pulsiones. Noto por todo el cuerpo mi sangre bailando bien bombeada."
Se quedó pensando, con la mente en blanco, sintiendo con el latido en blanco también. La descripción de arriba es la de aquella canción. Pero también es una fotografía intacta del momento en el que la conoció a ella por primera y última vez. Sólo se dió cuenta al echarla de menos. Cuenta de ese momento y de esa canción. Desde entonces, cada vez que la escucha, se vuelve a enamorar. 3 minutos con 46 segundos sólo para un par de lenguas extranjeras que hicieron de la metafísica un esperanto por encima del tiempo y el espacio...
- "...que sólo está hecho de aire y luz." - y eso último lo cree profundamente: tanto como que se lo dijo Ella.
Saturday, July 11, 2009
Echar en falta qué
Qué sensación más rara es esta de echar de menos sin tan siquiera haber conocido a la otra persona. La imaginación mezclada con las ganas es tan poderosa que hasta puede crear materia, puede crear física, puede crear metafísica, y disparar mucha mucha química. Vamos, que te puedes enamorar de tus propias tonterías con plena convicción tangible.
Pero más raro es aún cuando tu idealismo tiene cara, nombre, apellidos y una tierra que pisar. Cuando tu imaginario se construyó a raíz de una casualidad de esas que pasan porque son importantes.
Normalmente la gente idealista sabe todo esto. Y busca entre los 6 mil 500 millones de habitantes que hay en el mundo. Tienen la certeza de que, al menos una persona, en un momento determinado va a ser para construir una historia.
Lo que no es tan normal es cuando el idealismo y tus películas son reales, han estado delante de tí, en una casualidad de esas, con unos nombres, unos apellidos, pero un paradero desconocido.
Lo único que tenemos en común los idealistas con los idealistas-impotentes-cuya-tangibilidad-está-actualmente-en-paradero-desconocido es una cosa: habrá que seguir buscando sin cejar entre los 6 mil 500 millones de personas que habitan en el planeta.
Espero no tener que surcar otros mundos también. Porque yo juraría, por lo que noté aquel día, que mi idealismo materializado también es de la luna.
Friday, July 03, 2009
Suena importante
La vida suena por encima de todo. Suena el trigo, las estrellas, suena la hora de la siesta. El color de tus ojos, la suela de sus zapatos, y con concentración suenan hasta las piruetas que dan nuestras células indecisas ante la vida, removiendo el viento en pequeñas ráfagas.
Algun día mío, no muy lejano, sonará en medio de la nada la música de mis altavoces con ruedas. Me pregunto qué pasaría si todos los indecisos-pero-ávidos-buscadores-del-algo-más nos decidiéramos de golpe a irnos a trotar el mundo para buscar sonidos.
Una estampida silenciosa y mundial de sensibles solitarios al volante de sus ganas.
Desiertos, montañas, mares, pueblos y cielos tomados por los invisibles del disfrute.
¿Qué pasaría si fuera contagiosa la libertad sencilla?
Sunday, June 28, 2009
Pegó un trago al vaso de agua fría...
Saturday, June 27, 2009
Wednesday, June 24, 2009
Entre dos conmociones
Aunque no tengo muy claro si es la música la que te distrae mientras que, zaca, el tiempo se te cuela hasta el alma... o si son las horas las que te entretienen como quien no quiere la cosa y cuando te quieres dar cuenta, zaca, ya tienes a la música metida dentro, muy adentro.
Raptan poemas de Juan Ramon Jimenez. Raptan la voz de un alma... que rapta a quien le escuche.
Sin piedad, confabulan nuestros destinos.
Friday, June 19, 2009
De cómo se hacen grandes descubrimientos
Una amiga me regaló un vasito de cristal verde, con forma de lechera. Tiene hasta asa de hierro que chirría si la mueves de izquierda a derecha. Tambien tiene forma de lamparita de candil, de esas de cristal del siglo diecimuchoscasiveinte.
Luego he pensado que...
El día de mi cumpleaños perdí el quemador de incienso. La piel de árbol oscuro que habia mimado las cenizas de las barritas olorosas durante años, se quedó perdida en el césped aquel día de mayo. O eso o se lo comieron las palomas, que seguro que traman algo.
Hace una semana mi madre me trajo un ramo de madreselva. La madreselva huele a paseo de verano a la caída del sol. La madreselva es infatigable. Así que, a falta de incienso, perfumó mi cuarto hasta que sus pétalos aguantaron este calor. Lo hizo en el vasito/lechera/lamparitadecandil que me regalaron.
Hace unos días apareció un ramito de lavanda y romero. Está siguiendo el mismo camino que la madreselva. A mí la lavanda y el romero me recuerdan a paseíto por el carril bici por la tarde.
Pues bien. Si no fuera por las palomas que se comieron mi quemador de incienso ni por el ramo que capturó mi madre, no hubiera cambiado de "ambientador". Dos casualidades que me han llevado a un gran descubrimiento.
Así pasó: Persianas bajadas para que no me queme el sol... Ironías de la vida porque estaba yo viendo una de vampiros -y de soledad-... y fué entonces cuando en mis pituitarias se descubrió el gran hallazgo...
Lavanda + romero + un par de días en agua + mi cuarto + verano con calor = el olor exacto de la canela.
Sí, si se mezclan lavanda y romero acaba oliendo exactamente igual que la canela, nunca se me hubiera ocurrido...
Grande.
Thursday, June 18, 2009
La femme fatale que fume fatale
Roles. Un rol es una ficha. De pequeños nos enseñan a ser sólo personas normales, ni rastro de explicaciones sobre las fichas alternativas. Nos lo meten en el cerebro hasta que te pierdes en el vacío y a base de flotar en la nada te sorprendes con el hallazgo de tus propios colores. Que se van, y vienen, y se van...
Hablemos siempre, eso sí, de roles auténticos, no de mentira.
Hay gente que se dedica a los roles. A los planes B. A los colores. Son expertos en crearlos, en dar forma a alter egos, prolongaciones de su juego. Y no solo eso, sino que comparten las mil maneras que tiene un ser humano de sentirse lleno por dentro. De identificarse con lo que uno es. O con lo que uno no es, al menos de momento.
Unos escriben, otros filman, otros fotografían, otros comunican, otros ayudan, otros parecen invisibles al gran ojo -siendo estos tal vez los más importantes-, pero todos crean. Se entretienen y entretenienen. Dados, fichas, posiciones, movimiento, vida. Y mientras van construyendo.
¿La vida es juego
y los juegos
juegos son?
- ¿Está lloviendo o estoy soñando?
- ¡Probablemente las dos cosas!
Tuesday, June 16, 2009
Los ciclos rectos
- Adelante.
- ¿Cómo lo ha sabido?
- ¿Saber el qué?
- Pues eso, que ese es mi problema, el adelante...
- Túmbese y cuénteme...
- Pues verá...
A veces me pregunto sobre la veracidad de los ciclos. Con la edad, la palabra "ciclo" se vuelve cada vez más compleja. Ya ni los años son capaces de acotarlos. ¿Ciclos?: Mejunje inmundo de inercia sin sentido, deriva expectante de nada.
Y al dudar de su veracidad me doy cuenta de su importancia. Sin cerrar la gestalt es imposible dibujar trayectorias, cerrar las vasijas que contendrán las vigas de los pasos.
Hasta hace unos años los cursos marcaban etapas. Cada curso, mi vida iba in-creccendo. De la primaria, a los "mayores" del instituto. De la ESO, a elegir un bachiller de ciencias o letras, en función del color que quisiera para mi futuro. Parecía estar a punto de ser adulta, lo notaba en las ganas, en la bóca del estómago. Quedaría lejos una adolescencia de bicho raro, de pensante descoordinada de su edad. Ya tenía licencia para ir más allá sin miedo. Un bachiller rico en filosofía, arte, música, historia y mundo que encajaba en mi cabeza con una mayoría de edad recién estrenada. En las yemas de mis dedos un año personal difícil y conseguir la nota para periodismo... un pestañeo después ya estaba entre mis manos.
4 años de carrera en la mole gris, frecuentando más la bilbioteca, la videoteca y la cama que las clases. Fermentar talante. Descubrir ventanas a mundos que siempre estuvieron dentro de mí, pero que ahora, oh sorpresa, existían en otros. Fascinarme ante la alteridad, ese espejo que nos diferencia y nos hace iguales a la vez. Enamorarme hasta las trancas tal y como había esperado todo ese tiempo que fuera la primera vez. Descubrir eso de ser una pieza fundamental entre todo este caos, tener claro que no podré cambiar el mundo pero sí que conseguiré abrir mundos interiores con la comunicación.
Último año de universidad. El mundo visto a través de periódicos, libros, documentales, películas y personas de colores. A través de mil enlaces de internet delante de los cuales las horas chorreaban sin parar, inundando mi memoria que luego, ahogada, no recordaría nada. Cerciorar, por fin, que el género no existe para mí. Y encontrar unas prácticas amarillas y azules, como la playa, donde jugar a capturar en el tiempo los sonidos de lo insólito. Viajar a ciudades donde viví en otras vidas. Saber que tengo que volver. Incluso allá donde aún no he ido.
Hace muchas líneas el círculo empezaba a convertirse en espiral, cada vez más abierta. Hasta ahí iba bien. Pero hace unas pocas líneas todo son varias rectas diferentes con alguna que otra curva. Puntos que caen y se quedan. Se pueden unir, pero no terminan de construir nada. Todo queda abierto, mal marcado, de pasada. Constante miel de labios a la que no estoy acostumbrada.
¿Y ahora qué?
Hoy, a diferencia del resto de mi vida, no existe ningun faro en todo este océano. Ninguna vocación. Ningun pálpito. Ninguna gana por encima de la media. Todo y nada en un suspiro. Todos ciclos por cerrar, incluso por existir, que hacen que se escape por su ranura cualquier tipo de sentido de pertenencia, presente ó futuro. Y los ciclos son demasiado auténticos como para forzarlos con un pincel inventado.
¿Sabe? Según voy hablando, he descubierto 3 cosas:
1. Tal vez es que si los ciclos no existen, nosotros tampoco.
2. Al ser humano le revienta no existir.
3. El coraje tal vez sea el motor inmóvil creador de espirales.
¿A revolverse pues? Tal vez rodando entre las sábanas consiga algún nudo que sujete todo esto. Tal vez dando vueltas la inercia dibuje espirales. Qué pena que el "tal vez" forme parte del equipo de los insípidos ciclos rectos que tan enferma me están poniendo...
- Tal vez, tal vez...
Sunday, June 07, 2009
El fantasma de la rumba
la vida va luchando
entre el ring
ganchos de memoria en Re,
derechazos sostenidos
de conversaciones inventadas,
cobardes sin bemoles.
Un acústico sentir se ensaña,
transforma la roja canela
en marecillos salinizados de pestañas,
que ponen ritmo al panorama
siendo un punto suspensivo
entre líneas de pentagrama.
Friday, June 05, 2009
El pequeño salvaje
A la distancia vamos pues, a través de la blanca luz de este día cualquiera, de un año cualquiera en una estación tan cualquiera como es el verano esparramándose en un punto más de los muchos que se pintan en los mapas de piratas. Observando desde la sombra de una higuera, el pequeño salvaje se dejaba hipnotizar por los brillos de plata que canturreaba el horizonte. Cuando el destello empezaba a emborronarse en su mirada y un sentimiento de desvanecerse le recorría el ombligo hasta llegar a la nuca, el pequeño salvaje cerraba los ojos y se concentraba en aquel olor dulzón, pero no por ello facilón, de los frutos que maduraban sobre su cabeza.
La narradora de esta historia aún no sabe a ciencia cierta si esto último, lo de los frutos que maduraban sobre su cabeza, era una metáfora o no.
Por eso la narradora, a sólo un palmo del folio, ergo de la salamandra, las rocas plateadas, el olor a higueras y el sonido del pequeño salvaje a la sombra, mordió la goma del lápicero para reflexionar al respecto. Nunca le gustó la textura que se te clava en las muelas cuando sin querer mordisqueas un poco de más y tus dientes van a parar al metal que sujeta la goma con el lápiz. Pero a veces, zas, se manifiesta sin remedio. Blando, pero duro, se clavan los piquitos de las muelas y se quedan atrapados durante unas décimas de segundo mientras se empapan en dentera. Ya sabemos por qué se llama "dentera"...
- Qué desagradable - pensó ella.
El pequeño salvaje abrió los ojos con un susto profundo. Había escuchado una voz, muy clara y contundente, de una mujer. Probablemente Dios fuera mujer. Le había mandado una señal. Disfrutar a la sombra de las cosas maduras era desagradable. No sabía a ciencia cierta si era una metáfora o no, pero esto al salvaje le sirvió como excusa perfecta para no dejar de ser jamás ese pequeño curioso indómito que brujuleaba entre la vida de este mundo, no para ver qué piedra quemaba menos, sino para encontrar qué persona de todas le quemaba más. Ese sería su camino.
El calor y la inesperada experiencia sorpresa de morder desagradables metales, zas, sin previo aviso: eso sería lo que le motivaría a ser lo que, con una marca en la frente, trajo al nacer... un pequeño salvaje. Sin ambigüedad.
Sunday, May 31, 2009
Quejido rasgado y summertime
Ahí vuelve, por el camino de piedras amarillas. Es el estado captaléptico que se tiene antes de que lleguen las palabras, cuando el cuerpo se ilumina con la impotencia del que no se mueve pero agita su vida con mil hechos que azotan su manera de estar en el mundo.
Ahí vuelve, a llenarse por las esquinas el cuaderno de loca de mi bolso, de mi mesa nocturna. Por cada luna que pasa su grosor preocupa más a la tinta del boli rojo, que patina a oscuras entre cuadrículas azules que se convierten en el único abrazo para sentimientos que no quieren ser compartidos porque son vulnerables, lisiados de una batalla gran perdida: sin pies, ni cabeza.
Es verano, lo dice este olor. Vuelve a ser verano y lo hace por el mismo camino de piedras amarillas, acompañando al estado cataléptico que se tiene antes de que lleguen las palabras.
No lo puedo evitar y es que el sol se me pega a los recuerdos y me pongo morena de nostalgias. El tiempo se gasta pero tu césped no decrece y va inundando de comparaciones a mis paseos solitarios por las aceras de Madrid. Parece que aparecerás en cualquier momento, como si no hubiera pasado nada, como si todo hubiera sido una broma tonta o un regalo del destino para apreciar las cosas especiales que nos encontramos por el camino. Las cosas sencillas pero grandiosas que a los demás no parecen clavárseles tan adentro, tan perpendiculares al núcleo del sentido de la vida.
Dos vidas tan diferentes, pero a la vez tan iguales que no pueden estar programadas sino para crear una historia singular.
El mi imaginario las canciones aún echan el ancla en las frases que leídas entre líneas resumen el significado de la profundidad que busco en mi camino. Tarareo las cosas que podría gritar por las aceras sobre las mil maneras en que podría masticarte por dentro y por fuera sin dejarte ni un suspiro.
Tan voraz es el verano como el dilema de romper la cárcel cuadriculada de mis palabras, que de escaparse irían directas a la mala vida. Claro que, las sublevaciones al orden preestablecido a veces son tan sugerentes, que hasta incluso yo, princesa de la diplomacia, me haría fugitiva de camino a un barranco sin final si compartiera ese coche sin frenos contigo, eso sí, sólo con los altavoces palpitando la música sin piedad acústica.
Cataléptica yo, que voy de romántica. Cobarde tú, que vas de bala perdida. Cambiémonos los roles, que es tiempo de verano, y dejemos de engañarnos, que a mí me va la marcha y a tí que te quieran. Y el mundo por montera que se muera de envidia de camino a nuestro precipicio...
Tuesday, May 12, 2009
El viaje de Antony
Una vez en otro mundo
un extraño hombre grande
sentado al piano de cola
frente al Ser Mujer
me habló de la imaginación,
me construyó con haces de luz
disolviéndose entre las sombras.
Friday, May 01, 2009
Conclusiones miopes en el césped

Monday, April 27, 2009
Por los que madrugan ya sensibles

Thursday, April 23, 2009
Verde y Rojo II
Sunday, March 29, 2009
Rojo y verde

Monday, February 23, 2009
Media Luna de Oriente
Se enamoró de la posición de aquel cuerpo inexistente, flotando entre la masa uniforme, como fuera de tiempo, fuera de lugar. De su mirada infinita hacia el frente, hacia arriba. De cómo observaba la vida pasar. La chica del cesped empezó a sentir nostalgia de lo que nunca había vivido, como decía aquella película de princesas de saldo y esquina.
El tiempó se despidió, segundo tras segundo, en un trasiego incesante de minutos. El sol se cayó y del porrazo contra el universo que se dio, saltó la luna y salió disparada hacia arriba, en lo alto de la noche. Y ahí seguía ese algo inexistente que le embelesaba. Con perspectiva nocturna observó qué era lo que le llamaba la atención de ese extraño o extraña -extrañE- del que se había enamorado.
Las pinzas. Eran las pinzas plateadas con las que amarraba cualquier detalle, por pequeño que fuera, para no dejarlo escapar, para observarlo insulflando teorías propias a golpe de ideas, disfrutándolo con la expectación de lo irrepetible, del vibrar de la vida. Era utilizar ese artilugio de plata blanca como una varita mágica de hacer las cosas importantes. El hecho de acabar creyéndoselo hasta lo más profundo de su ser. Ese fué el destello inconfundible que despertó la atención de la chica del césped.
Las convicciones, la certeza, la creación, el fuego de su rebeldía. Esa era la causa que le llevó a ella a hacerse también con unas pinzas para observar al abstractE. Entonces la luna, fulminada de sueño, cayó al horizonte y del golpe que se dió la tierra, todo tembló, las pinzas se cayeron al césped de la Plaza de Oriente y su amor verdadero se perdió para siempre.
Friday, February 06, 2009
Collar ajustado de bolitas de horas bibliotecarias
Mirada raptada. Se la llevó el cristal en un descuido de iris abstraído entre los cielos azul con nubes de cachimba reflejados en los cetrinos cristales del Teatro Valle Inclán. Se restriegan los pompones de particulas de oxígeno e hidrógeno, se recrean por el mapa de su pared teatral, como intentando agarrarse. Parece que quieran ver la obra o tal vez solo quedarse cerquita de el paraguas con piernas de mujer ataconados entre rojas perspectivas. La absorta mirada apátrida se rinde ante los pies de todas esas palomas que sobrevuelan el paisaje, de marco a marco, el de esta ventana que aunque cerrada, me permite por un instante
Sunday, January 11, 2009
Y me miro en el espejo despacito
Pues eso. Búscome, pequeña y valiente. Desde más allá de mi punto de partida. Sin más que un pequeño planeta y mi rosa.
Hay tanto que decir que al final, por falta de aire, no existe más. Instantes auténticos que se pierden porque no los capta nadie mas que alguien que no se encuentra, que los ve, los siente, se difuminan y se van. Memorias de loco aislado. Y hablas sin saber lo que dices, porque estas acostumbrada a hablar igual que eres, y lo que eres ahora se desliza por la superficie de alguna atracción metálica que no dura mas de 40 segundos, una y otra vez. Eres todo, puedes serlo todo porque lo alcanzas, y no eres nada. Todas las vigas que hacian crecer hacia arriba a tus andamios creativos se han suicidado elgiendo el papel de actores secundarios en plena huelga de guionistas. Hoy, tu protagonista es este agarre pequeño, mañana será aquel efímero y pasado solo necesitarás poder dejar de tener que agarrarte por unos instantes, no caerte si te sueltas. Volver a tener todo tan claro como un cuadro en blanco a punto de ser provocado por mil pinceles suaves que dejarán la impronta de un ser a compartir irrevocablemente auténtico.
Raquíticos nuevos ciclos se dibujan mientras corre el reloj de arena en círculos, hacia ninguna parte. Es un hecho certero que la nieve se deshace y el sol se dispara, pero el muy canalla jamás te alcanza nunca con su bala amarilla. Balas amarillas. Hay fibras, como esas balas amarillas, que un dia cualquiera, sin que te lo esperes, te alcanzan, se meten en tu cuerpo y te buscan por los recobecos que tenemos dentro, no paran hasta encontrarte y una vez frente a tu mirada, te apresan en un instante. Son las que te recuerdan dónde estás, quién eres, lo que llevas por dentro. Las que te encuentran cuando te buscas perdida. Son las líneas que te delimitan para que, por fin, empieces a Existir. Para que no se escape el aire más y desaparezca. Para que sepas que no estas loco, que no son cosas tuyas y que los instantes auténticos, son de verdad.
Friday, January 09, 2009
La caja que atrapa voces en el tiempo. Capítulo 1
Hoy mi nieve empezó aquí, en el mismo lugar donde planearon en barrena hacia arriba todas las ideas que me rondan desde verano. Tras esta azotea existe una fábrica de sonidos, los cuales cocinamos mientras que su olor se impregna por toda España y procura alimentar a la par que deleitar con las mil peripecias que los colores de la realidad puedan combinar, puedan emocionar. Es bonito. Y tengo la suerte de trabajar ahí.
Allí pasan mil cosas en un tiempo limitado, gillotina que es su principal arma y a su vez el eterno doble filo. Voces imposibles de captar. Impregnadas de un subjetivismo demasiado íntimo como para arrojar al mundo.
Un ejemplo. Tal vez sólo sean cosas mías, pero hoy sin ir mas lejos, en Madrid ha empezado a nevar al final de unas escaleras que subían al cielo - aunque simplemente informamos de que estaba nevando mucho-. Mientras los copos se abrazaban bailando un vals
entre sus semejantes voladores, en la azotea que se desenmascara en la foto, me han venido a la memoria 3 voces que habían aparecido dentro de la cajaatrapavoceseneltiempo esa misma mañana. Los 3 eran pastores. Uno era culto, otro entrañable y un tercero campechano. La vista me chivaba que Madrid se esparramaba en atascos, indignaciones, impotencias, agonizaba su velocidad frenéticamente cuadriculada y gris. Mientras veía esto, esas voces me contaban que sus ovejas, días antes de que nieve, simplemente comen más, porque genéticamente sabias de la vida, saben lo que se les viene encima. Esas 3 voces viven en un campo que como parte de su naturalidad, muchos inviernos amanece con perlas de agua cristalizada. Ellos hacen su vida, igual de rutinaria que siempre, igual de simple, ergo igual de plena. Y ante mis ojos, la preciosa señorita Madrid con su minifalda, ahí, retorciéndose de vacío, de frío. Una cámara nueva es testigo de voces y vistas que conviven a la vez. Son parte de lo mismo. Pero a veces, cuando mi lado social se toma un respiro, me pregunto cuál de las 2 es la real. Porque tales esquizofrenias vitales, al igual que los sueños, parecen imposibles. Pero se cumplen.